El millor dels mons, de Quim Monzó

El millor dels monsLa versosimilitud está sobrevalorada. Esto es lo que uno piensa cuando termina de leer El mejor de los mundos, de Quim Monzó (de hecho yo he leído la versión en catalán publicada por Quaderns Crema, pero la traducción al castellano la ha realizado el mismo autor y está publicada por Anagrama). Los cuentos que se agrupan para formar este libro llevan la inverosimilitud, e incluso el surrealismo, como estandarte. Y eso es lo que los hace especiales.

Es esta irrealidad la que consigue que no sueltes el libro, sólo para saber cómo va Monzó a finalizar la retahíla de despropósitos que se suceden casi de forma natural. Sin embargo, el escritor consigue que entremos en su mundo y aceptemos sin más las cosas que ocurren, añadiendo detalles minuciosos que dotan al conjunto de una extraña credibilidad.

El libro está dividido en tres partes: la primera la forman siete relatos, la segunda es una novela corta y la tercera la forman seis relatos más. La novela Davant el rei de Suècia (Ante el rey de Suecia) está protagonizada por un poeta catalán, Amargós, obsesionado con ganar el premio nobel. El hombre se ve forzado a cambiar de vivienda y se va a un bloque de pisos donde solo habita gente bajita. Asistiremos a una lucha entre la defensa de su individualidad y la necesidad de sentirse uno más, para lo que debería perder altura.

Estamos ante una literatura cruel, de humor ácido y absurda. Los personajes son tratados como conejillos de indias, puestos en situaciones extremas para ser observados. La muerte tiñe todo el libro con pinceladas, cuando no es tratada como tema principal. En el primero de los relatos, El meu germà (Mi hermano), vemos como un chico muere en plena comida de Navidad y toda su familia se empeña en hacer como si nada hubiera ocurrido, hasta el punto que su hermano lleva el cadáver de aquí para allá como si fuera una marioneta. La muerte es tratada de forma específica también en el muy cruel Vacances d’estiu (Vacaciones de verano) y en El nen que s’havia de morir (El niño que se tenía que morir).

Otra historia que llama la atención es La venedora de mistos (La cerillera), basada en el triste cuento de Navidad de los hermanos Grimm en el que una niña muere de frío al no conseguir vender las cerillas y las gasta todas en un desesperado intento de entrar en calor. En el relato de Monzó vemos a la hastiada niña que está harta de renacer cada Navidad para volver a morir, en una rutina asfixiante.

El millor dels mons es una colección de cuentos llenos de humor negro y lirismo. Todos los cuentos se desempeñan aparentemente en situaciones cotidianas, a las que el autor les da una vuelta de tuerca envenenada. El absurdo desarrollo de una situación límite es la clave de estos textos, que son una crítica hacia la cotidianidad, lo mediocre y el hastío.

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