Momentos de inadvertida felicidad (Anagrama) es uno de estos libros que, a pesar de ser narrativos, no cuentan una historia. El libro del italiano Francesco Piccolo está compuesto por pequeñas pinceladas de aquellas cosas que le gustan: olores, colores, sabores, momentos… Todo lleno de situaciones muy distintas, relatos de una línea o de tres páginas, que se intercalan como pequeños arrebatos escritos en notas y post-its. Las reflexiones espontáneas se encadenan para hacer un retrato de los momentos que conforman la felicidad.
Es realmente un libro inspirador, que se detiene en los detalles cotidianos como el olor del café o la sensación de la lluvia. Hay algunos relatos divertidos, como aquél en el que nos cuenta como una botella de vino va siendo regalada de casa en casa hasta que regresa al que la compró. Otros relatos son más nostálgicos, otros simplemente realistas. También hay momentos de felicidad inconfesables, como el placer de rebuscar en los cajones del cuarto de baño de un amigo, sólo por curiosidad. Como en la vida misma, hay de todo. Unas historias hablan de la soledad, otras de la multitud, otras de la monotonía, otras del cambio, otras de la estabilidad, del amor, de la amistad,… Todas tienen en común el conseguir hacernos percibir esos momentos de felicidad a los que no prestamos la atención que merecen.
Los momentos de inadvertida felicidad pueden asaltarte en cualquier momento y lugar, haciendo que abras los ojos ante algo en lo que hasta un momento antes no habías reparado. Para hacer que descubras el verdadero valor de las cosas.
Agudo, observador y perspicaz son los adjetivos que definen este libro lleno de hábitos inconfesables, pequeñas manías y comportamientos con los que resulta fácil identificarse. A pesar de alguna que otra fantasmada sobre el amor o la conducción (recordemos que lo escribe un italiano), la empatía es la principal virtud de este libro que consigue convertir en nuevo todo lo que te rodea. Sin embargo a mí no me ha conseguido enganchar y, aunque no me ha aburrido tampoco lo he disfrutado tanto como esperaba.