Ser padre es complicado y puede dar miedo. La responsabilidad que uno adquiere sobre la vida de tus hijos es enorme y es normal que muchos vayan perdidos y busquen libros que les ayuden con la titánica tarea. Guy Delisle no es la excepción entre estos padres. Sin embargo no nos ofrece una guía para ser buenos padres, sino todo lo contrario: en un ejercicio de exorcización Guy Deslisle nos cuenta sus momentos de inconsciencia paternal. Ya lo hizo en Guía del mal padre el pasado año y éste nos trae la segunda parte, Guía del mal padre 2, que también publica Astiberri.
Ya ha pasado un año, los hijos de Delisle han crecido y las historias son diferentes. Lo que no lo es, es la actitud del padre, que se mueve entre la inconsciencia, la desesperación, el cansancio y la falta de asertividad. No es que no quiera a sus hijos, pero ser padre es muy duro y uno a veces quiere o descansar o ser más niño que ellos. Por ejemplo, en una de las historias aprovecha la ausencia de la madre para que todos se salten la comida equilibrada, coman ante la tele y jueguen a videojuegos sin parar. En otra aprovecha el cumpleaños de su hija para vengarse del matón de la clase.
Ser y actuar siempre como un modelo para los pequeños es cansado, los padres son de carne y hueso y a veces se dejan llevar. Delisle es un mal padre porque en realidad es un niño: es el padre-amigo que cualquier niño podría desear. Es cariñoso, leal, amistoso, gamberro, perezoso y permisivo. Estamos ante un libro desternillante y entrañable, con un protagonista con el que nos identificamos fácilmente. El estilo es el mismo que vimos la otra vez: dibujos simples y limpios, viñetas sin marcos, blanco y negro y sin demasiado «atrezzo». Ya nos encargamos nosotros de imaginar como son los lugares en los que está sin sentirnos desubicados: probablemente su cocina no sea muy distinta de la nuestra. Todo funciona con la precisión de un dardo certero.
Aquí podéis ver una muestra de los gags.
Te he nominado al premio Dardo es un reconocimiento a muy especial porque reconoce valores personales, éticos, culturales y literarios transmitidos a través de la escritura.
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