El precio fijo de los libros

paper-and-numbers-1379518-mTodos nos hemos quejado alguna vez de lo caros que son los libros en este país, sobre todo cuando comparamos con otros lugares en los que los libros son hasta dos o tres veces más baratos, como el Reino Unido. Además, es un sector en el que no encontramos grandes ofertas: un 5% de descuento es el máximo que se puede encontrar en las librerías. Cuando nos damos cuenta de esto no sabemos muy bien si culpar a las editoriales, a las librerías o a quién, pero nos sentimos engañados. ¿Por qué ocurre esto?

El precio de los libros en España está regulado por la LEY 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas, más conocida como la Ley del Libro. Podéis leer la ley entera aquí, pero yo quiero destacar el artículo que habla del precio fijo:

 

Artículo 9. El precio fijo.

 

[…]

1. Toda persona que edita, importa o reimporta libros está obligada a establecer un precio fijo de venta al público o de transacción al consumidor final de los libros que se editen, importen o reimporten, todo ello con independencia del lugar en que se realice la venta o del procedimiento u operador económico a través del cual se efectúa la transacción.

Con el fin de garantizar una adecuada información el editor o importador quedará asimismo obligado a indicar en los libros por él editados o importados el precio fijo.

[…]

3. El precio de venta al público podrá oscilar entre el 95 por 100 y el 100 por 100 del precio fijo.

 

Esto quiere decir que es la editorial la que fija el precio del libro y los comerciantes están obligados a vender los libros a ese precio. O como mucho al 95% de ese precio, por tanto, ofreciendo un 5% de descuento. Un descuento irrisorio que no nos lleva a ir a comprar a ese sitio expresamente. No obstante, esta ley no está pensada para proteger a las editoriales, sino a los pequeños y medianos libreros, que la pedían para poder hacer frente a las grandes superficies y cadenas, que tienen más facilidad para bajar precios.

Sin embargo, la proliferación de las ventas por internet ha abierto un vacío legal del que empresas como Amazon se aprovechan. Aunque la multinacional ha sido demandada por el incumplimiento de la ley, lo cierto es que esta normativa está anticuada y cada vez son más los que piensan que en una sociedad globalizada carece de sentido. Está demostrado que la regulación de los mercados acomoda a las empresas, que se vuelven poco dinámicas y, a la larga, incompetentes. Y eso es lo que está ocurriendo en la industria editorial española.

Su política de mantener alto el precio de los ebooks (sobre los que no aplica la ley del precio fijo) para no perder ventas en el formato papel, los aleja de la posibilidad de competir con las multinacionales que, no sólo tienen una oferta enorme, sino que además a un mejor precio. Amazon es un monstruo con el que no es fácil competir. Puede vender libros sin preocuparse de ganar dinero con ellos, ya que su negocio procede del hecho que puedes encontrar de todo con unas condiciones inmejorables. Estamos sumidos en una economía de mercado agresiva y para sobrevivir hay que adaptarse a sus reglas, cosa que esta ley y la actitud de las editoriales impide. La libre competencia, la no intervención del Estado y el triunfo de los fuertes son las leyes que regulan el mercado, nos parezca bien o mal.

La Ley del Precio Fijo ya no protege a las pequeñas y medianas librerías. Lo había hecho en el siglo pasado, pero ya no. Ahora mismo, lo único que consigue la mentalidad del precio fijo es que los productos culturales tengan un precio muy alto. Los libreros deberían tener la posibilidad de tener más margen para competir con ofertas y descuentos. No es normal tener que mantener los precios altos si no se vende, los precios se regulan según la ley de la oferta y la demanda. Entre vender los libros a 20€ y venderlos a peso para hacer pasta de papel debería haber intermedios. No se puede acabar con la piratería, pero si pretendemos frenarla, hay que ponérselo fácil al cliente. Poner precios poco asequibles y luego tratarlo de ladrón no ayuda.

¿Qué opináis vosotros?

5 comentarios sobre “El precio fijo de los libros

  1. Yo no se si es por culpa de editoriales, ley o el propio mercado, pero no es normal que los mismos títulos que en españa me compro por 15 o 20 euros, en alemania se vendan por entre los 9 y 12 euros, que es el precio por el que oscilan aquí los libros de bolsillo. Y eso cuando hablamos de libros relativamente nuevos, pues los clásicos los puedes encontrar hasta por 7 euros.

    También es verdad que la cultura y los hábitos de consumo influyen mucho. He vivido en varias ciudades alemanas, e incluso en las pequeñas como Giessen o Saarbrücken (al rededor de 70.000 y 180.000 respectivamente) se pueden encontrar diversas librerías (Thalia sobre todo) de varias plantas, y siempre llenas de clientes. En el caso de Saarbrücken, por ejemplo, además de los centros comerciales y de las pequeñas librerías, hay dos de estas librerías mastodonticas, con tres pisos cada una y hasta café (puedes sentarte a ojear los libros antes de comprarlos).

    ¿Pero, son los bajos precios los que influyen tal consumo, o los hábitos y cultura propia del pais son los que lo definen? ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

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    1. Yo creo que la ley de la oferta y la demanda regula este tipo de cosas. De entrada, si la concepción que se tiene de los libros es que son caros, es menos probable que la gente se acerque a las librerías a comprar.

      Si tu vendes barras de pan a 5€, poca gente vendrá a comprar. Para no cerrar el negocio, tendrás que ir bajando hasta conseguir un precio que atraiga al máximo número de gente pero que te siga dando beneficio. Si bajas hasta 1,50€ y abren otra panadería en el barrio que venda a 1€, vas a tener que ofrecer algo mejor o bajar a 0’90€.

      El problema es que en España esto con los libros no se puede hacer. El libro sale a 20€ y, se venda o no, por ley tiene que seguir valiendo 20€. Y si abren otra librería en el barrio también lo venderá a 20€. Y si vamos al Carrefour o al FNAC seguirá valiendo lo mismo.

      Sacar los libros más baratos de entrada estaría bien, pero no soluciona nada. El problema es que no podemos saber el valor real de un libro aquí porque no podemos ver como lo regula la oferta y la demanda.

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  2. LA ley del precio fijo en los libros ha sido y es una rémora. A pesar de ella las librerías de toda la vida siguen cerrando, dolorosamente, un día tras otro. El problema de la industria editorial española consta de una serie de variables, no ésta exclusivamente, ni la piratería.
    – Precio
    – Mala calidad de traducciones y correcciones.
    – Poca apuesta por descubrir talento.
    – Modos y maneras del XIX (Contratos, etc)
    – Falta de reflejos en el mercado y las RRSS
    – Mala calidad de ediciones (Tipografías minúsculas o muy finas, papel etc.)
    – Concentración de la distribución en pocas manos.
    – Falta de buenos comerciales en las distribuidoras
    – Y algunas más que sería prolijo enumerar.
    Es solo mi opinión.

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  3. Hay demasiadas variables en el mundo del libro para poder reducir el tema y proteger a unos sí y a otros no.
    Por ejemplo, yo vendo un libro a 10€. La mitad se los llevan entre la distribuidora y la librería (50%, a veces incluso más). Con 5 euros tengo que pagar la imprenta y lo que sobra para repartir con el autor (por supuesto), y en caso de ser necesario con el ilustrador, maquetador, corrector,… Después intentar pagar publicidad, hacer presentaciones, porque el lector si no conoce un poco al autor, ni lo mira.
    También hay que tener en cuenta que hoy en día, cada vez cuesta más que paguen, tanto las distribuidoras como las librerías, que pueden pasar meses hasta cobrar algo, y que si pasa un año la librería tiene derecho a devolver los ejemplares que no ha vendido, la distribuidora le devuelve el dinero, y la editorial se lo devuelve a la distribuidora y recoge unos libros que suponía ya estaban vendidos.
    En fin, lo dicho arriba, que hay muchas variables, que se critica mucho a Amazon y tal, pero también son los únicos que pagan mes a mes; a otros tengo que estar persiguiéndolos.
    Quizás teniendo en cuenta todo esto, podríamos hacer algo por cambiarlo y bajar los precios (aunque se mantuviera la ley del precio fijo). Mientras el sistema siga como esta, no lograremos nada.

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