Ahora sí que sí: el verano ya está aquí y muchos estáis ya de vacaciones. Muchísimos otros estáis contando los días que faltan para comenzarlas. Sea como sea, es tiempo de un descanso bien merecido. Y qué mejor que aprovechar el tiempo para leer todos esos libros que el ritmo que llevamos el resto del año no nos deja disfrutar. Ésta es la lista de libros que me gustaría leer este mes.
1. Nadie nada nunca, de Juan José Saer
¿Cuán compleja puede ser la realidad? La multiplicidad de puntos de vista puede ayudar en la comprensión del mundo que nos rodea, en esta novela Saer nos regala su capacidad de observación y nos permite examinar la existencia desde diferentes perspectivas.
Un verano sofocante, junto al río, un tiempo y un lugar propicios para la sensualidad y el crimen. El temor a que llegue la muerte, encarnada en los asesinatos a sangre fría de unos caballos. Un relato que fluye, se para, y vuelve a fluir.
Saer consigue trasladarnos al margen del tiempo y del espacio, a una percepción diferente de la realidad, usando con maestría el lenguaje y elevando el acto de escribir más allá del suspense y la reflexión.
2. El canto del cuco, de Robert Galbraith
Una joven modelo con problemas emocionales cae desde su balcón de Mayfair en plena noche. Su cuerpo yace en la calle nevada. Todo el mundo asume que ha sido un suicidio, excepto su hermano, que contrata los servicios del investigador privado Cormoran Strike para que se encargue del caso.
Veterano de guerra con secuelas físicas y psicológicas, la vida de Strike es un desastre. El encargo le da cierto respiro económico, pero cuanto más profundiza en el complejo mundo de la modelo, más oscuro parece todo y más se acerca Strike a un gran peligro.
Un elegante misterio impregnado de la atmósfera de Londres, desde las calles más selectas de Mayfair hasta los pubs ocultos del East End o el bullicio del Soho.
3. La mujer del viajero en el tiempo, de Audrey Niffenegger
Una fascinante y muy poco convencional historia de amor: Henry es bibliotecario y padece una extraña disfunción genética que le hace viajar involuntariamente en el tiempo; Clare, su mujer, es artista. Su amor es apasionado y solo aspiran a llevar una vida normal. Sin embargo, los viajes al pasado y al futuro de Henry, que a veces producen situaciones comprometedoras y otras divertidas, son un desafío a su relación. Una novela que invita a pensar en la perdurabilidad del amor y el paso del tiempo, en la emoción irrepetible de las primeras sensaciones, tanto en una relación como en la vida. Una lectura que, llevando de la sonrisa a la emoción, conmueve. Y una historia original e inolvidable.
4. Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness
Siete minutos después de la medianoche, Conor despierta y se encuentra un monstruo en la ventana. Pero no es el monstruo que él esperaba, el de la pesadilla que tiene casi todas las noches desde que su madre empezó el arduo e inacabable tratamiento. No, este monstruo es algo diferente, antiguo… Y quiere lo más peligroso de todo: la verdad.
Maliciosa, divertida y conmovedora, Un monstruo viene a verme nos habla de nuestra dificultad para aceptar la pérdida y de los lazos frágiles pero extraordinariamente poderosos que nos unen a la vida.
5. La edad de los milagros, de Karen Thompson Walker
La que habla es Julia. Tiene once años y hasta hace muy poco tiempo solo nos habría contado cosas del colegio, de sus padres, de la complicidad con su única amiga, de ese chico, Seth, que le provoca un hormigueo especial.
Pero hoy tiene algo diferente que decirnos. Hoy, ella y su familia se han despertado con una alarmante noticia: la rotación de la tierra de pronto se ha ralentizado, y los días y las noches han empezado a alargarse. Pronto los relojes no servirán de nada. El mundo está cambiando, y aunque ni ella ni nadie saben lo que va a pasar a partir de ahora, todos intuyen que el futuro será distinto. Extraño. Perturbador. Aceptar la realidad y aferrarse a la vida, tal cual Julia la conoce, es la única manera de sobrevivir.
A través de la voz inocente de una niña que lucha por su felicidad, Karen Thompson Walker consigue sumergirnos en ese presente sin futuro, inquietante y extrañamente cotidiano, y nos hace cómplices de sus anhelos y de sus miedos, de sus preguntas y de sus esperanzas.
6. El bosque de los corazones dormidos, de Esther Sanz
Tras la muerte de su abuela, Clara se ve obligada a dejar Barcelona para trasladarse a Colmenar, un pequeño pueblo de montaña donde reside el único familiar que le queda con vida. Apenas se conocen, pero tendrán que convivir un año entero, hasta que Clara cumpla los dieciocho.
Lejos de su casa y de su mundo, Clara deberá enfrentarse a sí misma y a sus propios fantasmas, y mientras desentierra viejos secretos familiares, dos chicos totalmente diferentes, Braulio y Bosco, despertarán a la magia de su corazón dormido… con consecuencias imprevisibles.
7. El gato que venía del cielo, de Takashi Hiraide
Una casa y un jardín tocados con la gracia de una belleza de otro tiempo. Una pareja que se refugia en su nueva vida lejos de la agitación de Tokio. Un gato enigmático que entra de improviso en su cocina y decide adoptarles como dueños, convirtiéndose en el centro de una intriga sutil.
8. Los cuerpos extraños, de Lorenzo Silva
Mientras pasa el fin de semana en familia, el brigada Bevilacqua recibe el aviso de que el cadáver de la alcaldesa de una localidad levantina, cuya desaparición había sido previamente denunciada por el marido, ha sido hallado por unos turistas en la playa. Para cuando Bevilacqua y su equipo llegan y se hacen cargo de la investigación, el juez ya ha levantado el cadáver, las primeras disposiciones están tomadas y se está preparando el funeral.
El lugar es un avispero en el que se desatan todo tipo de rumores sobre la víctima, una joven promesa que venía a romper con los modos y corruptelas de los viejos mandarines del partido y que apostaba por renovar el modo de hacer política. Además, el descubrimiento de su agitada vida sexual, que puede calificarse de todo menos insípida, arroja sobre el caso una luz perturbadora.
Pero no hay mucho tiempo para indagar y en esta ocasión Bevilacqua y Chamorro deben apresurar una hipótesis en un fuego de intereses cruzados, en el que la causa de la joven política es también la causa de la integridad personal, de la que el país entero parece haberse apeado.
9. En la guarida del zorro, de Charlotte Link
Vanessa Willard necesitaba bajarse del coche y disponer de unos minutos de calma y aire fresco. Mientras, Matthew, su marido, se aleja para dar un paseo con su perro.
Absorta en sus pensamientos no se da cuenta de que alguien está observándola. Y, antes de que pueda reaccionar, es atacada por un extraño que la obliga a entrar en una furgoneta cercana. La lleva hasta una cueva donde la intimida para que se meta en una caja. Ella obedece aterrada sin saber que su secuestrador sellará la caja con clavos y la dejará allí sola hasta que su marido pague el rescate. Sin embargo, antes de que pueda ni siquiera escribir la nota, es arrestado por otro crimen.
Vanessa es abandonada a su suerte con agua y comida para una semana, si no se asfixia antes. Ni siquiera hay pistas. Su única esperanza es el mismo hombre que la secuestró, un hombre al que le perseguirá su crimen hasta mucho después de rehacer su vida.
10. Ciudades de papel, de John Green
En su último año de instituto, Quentin no ha aprobado ni en popularidad ni en asuntos del corazón… Pero todo cambia cuando su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelman, se presenta en mitad de la noche para proponerle que le acompañe en un plan de venganza inaudito. Después de una intensa noche que reaviva el vínculo de una infancia compartida y parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece dejando tras de sí un extraño cerco de pistas.
Con un estilo único que combina humor y sensibilidad, John Green, el autor de Bajo la misma estrella, teje una emotiva historia a la que da vida un inolvidable elenco de personajes. Ganadora del prestigioso premio Edgar, Ciudades de papel aborda los temas de la amistad, el amor y la identidad para plantearnos una pregunta: ¿vemos en los demás, y en nosotros mismos, solo aquello que queremos ver?