Hoy os voy a hablar de mi última lectura: El tiempo imaginario, de Francisco López Serrano, un libro publicado por Adeshoras. Este libro se me ha hecho complicado de reseñar, la verdad es que llevo unos días pensando en él y creo que lo mejor es no explicar demasiado, sino simplemente haceros llegar un poco la atmósfera que me ha transmitido, más que lo que ocurre en él o quiénes son los protagonistas.
El protagonista del libro es un poeta del que no conocemos el nombre, ya que a lo largo del libro se le llama EMC. Una noche, mientras está en la cama, escucha como su anciano vecino agoniza en el piso del lado y se debate entre la pereza y su obligación moral de ayudarle (junto con la confusión al no estar seguro de si está despierto o sueña) hasta que finalmente el ruido cesa. Al día siguiente descubre que su vecino ha sido asesinado de forma brutal. La escena del crimen no se corresponde para nada con los sonidos que oyó la noche anterior. A partir de entonces vamos conociendo al personaje, sus contradicciones y su vida desastrosa y se desencadenan una serie de acontecimientos que le llevan a emprender una búsqueda para encontrar la palabra capaz de destruir el universo.
La atmósfera de esta novela se compone siempre de una especie de confusión entre lo que es real o lo que es soñado. El relato es a menudo paranoico, angustioso y tormentoso. Tan pronto nos topamos con largas disertaciones reflexivas como con escenas llenas de acción, en la que seguimos al protagonista corriendo por la ciudad. Lo onírico, lo delirante y lo real se mezclan para dar pie a un nuevo orden de las cosas que desestabiliza al protagonista hasta perder la noción de lo imposible. Es un libro irónico y pesimista, que reflexiona sobre la sexualidad, la masturbación, las relaciones humanas, la violencia y la identidad.
Es un libro muy diferente a todo lo que solemos leer. No diré que no me recuerda a nada que haya leído antes porque tampoco es eso, pero sí que es un libro original y sorprendente como pocos, no sólo por lo que cuenta sino por cómo lo cuenta.