Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll

6730Alicia en el País de las Maravillas no necesita carta de presentación. Escrito en 1865, es un clásico de la literatura juvenil y, incluso, de la literatura universal, que, no obstante, conocemos sobre todo por sus múltiples adaptaciones cinematográficas, siendo la más icónica la de Disney de 1951.

Por ello no creo que sea necesario explicar de qué trata Alicia en el País de las Maravillas, pues aún sin haberlo leído, todos sabemos qué ocurre y  cómo termina. Carroll lo escribió en una época en la que todos los libros infantiles terminaban con una moraleja. Con su libro quiso desafiar esta costumbre, presentando una historia sin sentido, pero con mucho sentido. El libro es una locura lógica donde las palabras tienen un gran poder y pueden meterte en un buen lío. Personajes insólitos, juegos de lógica y situaciones absurdas pueblan la novela.

Alicia es el único personaje que sigue las normas de nuestro mundo, por lo que se siente perdida. Llega siguiendo al conejo blanco, pero resulta que no quiere estar en el País de las Maravillas, e intenta irse rápido de cada lugar al que llega.

Me parece esencial para este libro que, si se lee una traducción, sea ésta una traducción anotada, pues hay muchísimos juegos de palabras de difícil traducción y me parece muy interesante poder ir leyendo las notas del traductor. Yo he leído la edición de la Editorial Valdemar, con traducción de Mauro Armiño, y me parece una muy buena opción.

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