Por fin he podido leer la segunda parte de El mundo secreto de Basilius Hoffman. De la primera, El ladrón de sueños, os hablé hace ya casi un año, podéis ver la reseña aquí. Esta segunda se titula Un faro en la oscuridad.
Nos reecontramos con el profesor Basilius Hoffman y su sobrino, Peter Hillman, quien al comenzar las vacaciones de verano vuelve a casa de su tío. Peter ya no es ese niño mimado del primer libro. Las aventuras vividas le han hecho madurar, por lo que ahora es un chico responsable y con más autoestima. El Argestes está reparado, así que pueden partir de nuevo hacia la Ciudad de los Tejados. Juliet les da la excusa perfecta: va a presentar su nuevo invento de alquimia aeronáutica.
La trama esta vez se centra en la niebla que hay bajo los tejados, en la que, dicen, quien cae nunca regresa. La presentación de Juliet termina en caos cuando la niebla comienza a expandirse, absorbiéndolo todo a su paso. Incluido a Peter, quien acabará en la Ciudad de los Despertados, donde será recibido por sus habitantes como una esperanza relacionada con una profecía del Cartógrafo.
¿Conseguirán Peter y Basilius desentrañar el misterio que rodea la profecía del Cartógrafo y rescatar a todos aquellos que ha quedado atrapados en la niebla?
Este libro es más oscuro que el primero, tanto por los escenarios, el misterio de la trama, como los personajes mismo. Por eso me parece aún más interesante. Comparándolo con el otro también vemos que se profundiza más en los personajes secundarios, que seguramente conoceremos mejor a medida que leamos más libros. Se responden también enigmas que habían quedado al aire en el anterior libro.
Me parece una buena lectura con la que he disfrutado, pero que seguro que también hará disfrutar al público al que va dirigido: estudiantes de instituto. Si queréis enganchar a vuestros hijos a una saga, pedidles a los reyes los libros de Basilius Hoffman.