Pequeña & Grande Audrey Hepburn, de Amaia Arrazola y Mª Isabel Sánchez Vegara

Audrey Hepburn promo RGBHace tiempo que veo por las librerías la colección Pequeña & Grande de Alba Editorial y me llama mucho la atención tanto por el estilo de dibujo como por el hecho de que son biografía dirigidas al público infantil. Y eso es algo que no se ve muy a menudo.

Todos los títulos de esta colección están dedicados a grandes mujeres que pueden servir de inspiración tanto a niños como a niñas que quieran conseguir sus sueños. Éste título en concreto está dedicado a Audrey Hepburn.

El libro nos habla de como Audrey tuvo que dejar en suspenso su sueño de ser bailarina cuando estalló la Segunda Guerra Mundial y cómo lo retomó al finalizar ésta, convirtiéndose en actriz de musical. Así, la acompañamos también en sus inicios en Hollywood y repasamos los principales papeles que ha representado hasta llegar a lo probablemente más maravilloso: su papel como embajadora oficial de UNICEF.

Todo esto acompañado de unos dibujos muy dulces y expresivos, llenos de color. Y con unos personajes con unos ojos enormes y soñadores.

Recomiendo este libro y cualquiera de la colección (dedicados a Frida Kahlo y Coco Chanel). Me parece genial que los más pequeños aprendan que las mujeres también pueden hacer grandes cosas por el mundo que los rodea.

Tiempos solares, de Xiong Liang

1acHoy quiero compartir este libro ilustrado, que es una joyita, con vosotros. Forma parte de la colección Lejano Oriente de la editorial Pastel de Luna y es del autor chino Xiong Liang. Se titula Tiempos solares y es un repaso a los 24 periodos climáticos que conforman el calendario lunisolar chino.

En las ilustraciones, bellas y delicadas, un niño y el paisaje que lo rodea aparecen fusionados en un todo indivisible. Cada ilustración viene acompañada de unas línea que nos explican muy brevemente la esencia de cada uno de estos momentos, sobre todo en relación con la agricultura, pues el calendario está estrechamente relacionado con el cultivo de la tierra.

Este libro nos acerca a la China más tradicional a través de estos textos y de las ilustraciones hechas con tinta al agua, detallistas, sencillas y delicadas, en las que parece que todo se fusiona de forma nada forzada. A nosotros mismos se nos invita a fusionarnos con la naturaleza nada más comenzar con un: «Imaginémonos ser de barro». Genial.

Me encanta este libro no sólo por lo bonito que es, sino porque nos hace cuestionarnos algo que puede parecernos tan básico y universal como nuestro calendario. El tiempo puede dividirse de otras formas distintas a como lo hacemos nosotros y una de estas es la que nos muestra este álbum. Me parece un punto de partida interesante para plantearnos todas las diferencias culturales que existen alrededor del mundo y que no nos planteamos.

Éste es un libro interesante, ingenioso y creativo, del que podemos aprender mucho mientras disfrutamos, nos relajamos y nos dejamos llevar por unas páginas que huelen a cariño. No se puede pedir más.

Blancanieves, ilustrado por Benjamin Lacombe

BlancanievesYa sabéis lo mucho que me gustan la ilustraciones de Benjamin Lacombe, pero el álbum del que os voy a hablar ahora es una maravilla. La historia se basa en el cuento tradicional de los hermanos Grimm, adaptado exquisitamente por Suzanne Kaboc y trasladado a nuestro idioma por Elena Gallo Krahe. Ya el trabajo de todos ellos da lugar a un cuento redactado de forma delicada y sugestiva, pero las ilustraciones de Benjamin Lacombe, con su aire melancólico y sus tonos oscuros, son las que convierten el cuento en una joya.

Hay algunas variaciones respecto al cuento original que, sin tocar lo esencial de la trama, lo hacen más interesante y le dan una estructura de repetición muy típica de los cuentos infantiles. Estas variaciones permiten alargar un poquito más la historia pero sin que parezcan pedazos de relleno.

Los colores son magníficos. Lacombe sabe combinar a la perfección los colores de Blancanieves y crea una niña hermosa, con la piel blanca y lisa como la porcelana, con las mejillas con un toque de color y el pelo liso y oscuro. Los labios, pequeños, rojísimos siempre, destacan en el conjunto. Los paisajes en los que aparece Blancanieves adquieren los mismos tonos blancos y fríos del rostro y el vestido de la niña, de tal forma que son los labios y, cuando aparece, la manzana, los protagonistas de las ilustraciones.

Algo que me llama mucho la atención es la cantidad de pájaros que pueblan las ilustraciones. Cuervos, palomas blancas, pavos reales, buitres y búhos aparecen en las imágenes para reforzar las ideas que nos pretenden transmitir. Y es que las ilustraciones no parece que quieran simplemente ser instantáneas de lo que se narra en la historia, sino que están llenas de símbolos que, a veces, lo envuelven todo como en una ensoñación de pesadilla.

Un libro bellísimo, bien escrito, con una historia que aunque todos conocemos no nos cansamos de leer en sus distintas versiones. Un libro que recomiendo a los amantes de los álbumes ilustrados y del arte en general.

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¡Mira qué retos he superado en el Summethon 2014!

Lunes y sin embargo viernes, de Raquel Díaz Requera (¡y sorteo!)

Lunes y sin embargo viernesHacía un tiempo que tenía pendiente con la editorial Tres Tigres Tristes una colaboración y por fin ha llegado el momento. Tengo que decir que la espera ha valido mucho la pena.

Lo que me han enviado es un ejemplar de la colección Cuentos por correo, escritos e ilustrados todos ellos por Raquel Díaz Reguera. En concreto me han enviado Lunes y sin embargo viernes. La historia la protagoniza una mujer supersticiosa que no puede ni imaginar que su lluvioso lunes está a punto de convertirse en un viernes. Es un cuento lleno de magia, con unas ilustraciones hermosas y un formato que lo hace muy especial. Ellos lo definen de la siguiente manera:

«Es un cuento-puzle, una postal-cuento, un puzle-postal.»

Tal cual. El cuento viene en el interior de una cajita y está dividido en ocho postales numeradas. La idea consiste en enviar a alguien las postales por separado y siguiendo el orden que indican los números. La persona irá recibiendo el cuento en fascículos sin saber quién lo envía. Cuando quieras revelar tu identidad puedes entregar la postal en blanco y la cajita en la que se guardan las postales.

No acaba aquí. Cada una de las postales es parte de un puzle, así que el que las recibe no sólo completa la historia poco a poco, sino que también va descubriendo la imagen que se esconde en las postales. Al final, al entregarle la postal en blanco, verá la ilustración completa.

Me gusta muchísimo la idea. Recibir y enviar postales es algo que hace mucha ilusión. Es una cajita llena de magia, con un texto delicado y unas ilustraciones bellísimas. No se puede pedir más. Para que se entienda mejor os voy a enseñar las fotos que he tomado:

Lunes y sin embargo viernes

¿No os encanta? A mí me ha gustado tanto que quiero compartirlo con vosotros, así que voy a sortearlo a través de mi página de facebook. Clica aquí para ver cómo participar.

Monstruo Pequeño dice ¡NO! y Los monstruos grandes no lloran, de Áslaug Jónsdóttir, Rakel Helmsdal y Kalle Güettler

Monstruo pequeños dice ¡NO!Cuando vi que Sushi Books iba a publicar estos dos álbumes pertenecientes a una serie islandesa me llamaron automáticamente la atención, así que se los pedí para reseñar y ellos accedieron a enviármelos con mucha amabilidad. Tal y como os dije, los recibí un día antes de Sant Jordi. Los protagonistas de esta serie son Monstruo Pequeño y Monstruo Grande, a través de los cuales los pequeños aprenden a perder el miedo a expresar sus sentimientos.

En Los monstruos grandes no lloran vemos como a Monstruo Pequeño todo le sale muy bien, mientras que Monstruo Grande es terriblemente torpe. Esto pone triste a Monstruo Grande, que no se atreve a llorar, por que, como todos saben, los monstruos grandes no lloran.Los monstruos grandes no lloran

En Monstruo Pequeño dice ¡NO! Monstruo Pequeño soporta resignadamente  la rudeza y el mal comportamiento de su amigo, sin atreverse a quejarse. Finalmente Monstruo Pequeño aprende a decir no y a decir lo que le molesta. Da una segunda oportunidad a Monstruo Grande, que promete cambiar.

Ambos libros tratan sobre la amistad y el comportamiento y enseñan a los niños a perder el miedo a expresarse libremente.Los escritores de estos libros son la danesa Rakel Helmsdal y el sueco Kalle Güettler, mientras que las ilustraciones las ha hecho Áslaug Jónsdóttir. Tanto la historia como los dibujos, que son bastante sencillos, tienen un gran encanto. Están pensados para que los niños empaticen fácilmente con los monstruos y reflexionen sobre su actitud.

Diría que es un libro perfecto para primeros lectores, excepto por la tipografía, que puede ser un poco complicada para niños tan pequeños (aunque con la implicación de un adulto no debería haber problema), pero también para niños más grandes. De hecho, aunque la tipografía me parezca difícil, no la cambiaría, porque queda estéticamente genial. Es una pequeña joyita, un libro entrañable que nos enseña que nunca es tarde para aprender a llorar y a decir no.

Ruiseñor, de Benjamin Lacombe y Sébastien Perez

RuiseñorLos franceses Benjamin Lacombe y Sébastien Perez me conquistan con cada trabajo que hacen. El ambiento oscuro y melancólico, pero acogedor de sus obras me resulta verdaderamente atractivo. En el blog hemos hablado ya de otros álbumes ilustrados por Benjamin Lacombe como Cuentos macabros, El herbario de las hadas y Ondina. Hoy vengo a hablaros de Ruiseñor que, como todas sus obras, las publica en España Edelvives.

La historia sucede en un campamento lleno de niños en el que sucede algo misterioso: uno a uno los niños van recibiendo un poema misterioso que los describe. Los niños muestran las notas a Don Jacobo, el intendente, quien las reúne todas y se pone a investigar con los niños para descubrir al misterioso autor que tan bien les conoce. Las notas están escritas sobre un papel de pared de flores, de gran suavidad y delicadeza, con detalles verdaderamente hermosos.

Ruiseñor, el protagonista, es tímido, muy tímido. Tanto que nadie sabe que está ahí. Se esconde tras las solapas de las páginas y sólo nosotros podemos intuir su presencia. Ruiseñor se siente solo y quiere formar parte del grupo de niños.

El libro es llamativo, hermoso. Cada página es una obra de arte compleja, expresiva, creativa, perfecta. En este libro los colores no son tan oscuros como en otros, sino que encontramos colores cálidos como el rojo, el naranja, el amarillo y el marrón. El tono no es gótico, sino vintage. Todo esto no le quita melancolía: parecen recuerdos de una infancia pasada vistos en fotografías viejas.

La pareja de franceses, como siempre, no defraudan. Un libro excepcional para disfrutar niños y grandes.

Cuentos del Japón oculto, de Sachiko Ishikawa

Cuentos del Japón ocultoHoy quiero hablaros de un libro que, como podéis ver en este post y este otro, tenía muchas ganas de leer. Se trata de un álbum de cuentos que se inspiran en el imaginario del terror japonés. El libro se llama Cuentos del Japón oculto y lo edita Taketombo Books, una editorial que quiere traernos un pedacito de Japón a nuestro país. La autora del libro es Sachiko Ishikawa, una chica de raíces japonesas y alemanas, pero criada en Barcelona.

Los cuentos no son adaptaciones de cuentos tradicionales japoneses, sino que son cuentos originales que toman elementos de la tradición japonesa para crear historias nuevas. Al final del libro están explicados cuales son estos elementos y, la verdad, es que es muy interesante.

Los relatos vienen acompañados de las ilustraciones de Laura Garijo, que ayudan a adentrarnos en el ambiente siniestro del libro. Los colores que predominan son el blanco y el negro, pero también hay verdes, rojos y ocres difuminados.

Las historias son inquietantes. Algunas se quedan ahí y otras dan verdadero miedo. La mayoría de fantasmas o espíritus de las historias no son seres malintencionados, sino que simplemente se sienten solos o perdidos o vivieron una vida llena de tormentos y no consiguen descansar. Me ha parecido especialmente inquietante la historia de una muñeca que es en realidad la abuela de una niña que tendrá que convertirse también en muñeca cuando el alma de la abuela abandone este mundo. En cambio me ha parecido muy tierna la historia de una mujer que murió en un incendio y que a cada cumpleaños de su hija le regala un melocotón.

Estamos ante un libro muy interesante, del que podemos aprender algo nuevo, mientras disfrutamos de las historias que se nos cuentan. Podemos ver las semejanzas y las diferencias acerca de lo que da miedo en occidente y oriente y dejarnos sorprender. Podemos también aprender nuevas historias para contar en una reunión nocturna. Seguro que con el ambiente adecuado haréis temblar a más de uno.

Os dejo el booktrailer:

Ondina, de Benjamin Lacombe

OndinaTodos que llevéis un tiempo leyendome conoceréis mi absoluta admiración por las ilustraciones de Benjamin Lacombe. Su estilo oscuro pero tierno, melancólico y lleno de vida a la vez enamora a niños y grandes. Ya os hablé en otra ocasión de Cuentos macabros y de El herbario de las hadas. Hoy toca hablar de Ondina, que, como los dos otros álbumes, lo edita Edelvives.
A  penas tiene cuarenta páginas, pero en Ondina te puedes perder durante horas. Claro que también puedes leerla en un ratito, pero es uno de esos libros de los que puedes disfrutar con todos los sentidos. Y para ello hay que tocarlo, olerlo, leerlo, saborearlo, observar las ilustraciones y sus detalles, apreciar las texturas… Dejarse seducir.
Esta vez la historia la ha escrito el mismo Benjamin Lacombe. Entre el cuento y la leyenda, el verdadero protagonista de esta historia es el amor trágico. Vemos la historia de Ondina, una traviesa hada del agua, que tras encontrarse con el príncipe Hans, se enamora perdidamente. La belleza, la alegría, la ternura y el romanticismo reinan en esta fantasía. Ambos parten hacia el castillo de Hans para compartir una vida feliz. Pero pronto las desgracias ocurrirán cuando Úrsula, otra chica enamorada del príncipe Hans, celosa, ponga en peligro la felicidad de los enamorados. El texto es melodioso, hermoso, íntimo e invita a soñar.
Las ilustraciones son preciosas, geniales, magníficas. Lo más destacable son los ojos expresivos, grandes, saltones, hermosos de todos los personajes, y el cabello de Ondina, pelirrojo, larguísimo, con vida propia. Los cabellos de Ondina atrapan a Hans, pero también a nosotros. El juego de transparencias que se consigue con el papel vegetal es muy interesante y nos recuerda en todo momento que Ondina es un ser del agua, a la vez que crea un ambiente cargado de niebla.
La edición del libro es preciosa, muy cuidada, en formato grande y con tapa dura. Es una joya, de aquellas que tratamos con infinito cuidado por temor a estropearlo. Acompaña a la perfección el estilo sensual y dulce a la par que siniestro del ilustrador francés. No es la típica historia infantil, no es un libro de aventuras, y tampoco tiene el final feliz al que nos ha acostumbrado Disney. Para crear este cuento, Lacombe se ha inspirado en el cuento de Friedich de la Motte- Fouquè y la obra teatral de Jean Giraudoux. El resultado es magnífico: no sólo consigue emocionar, sino que te hace acariciar cada página con  delicadeza.

Viernes, de Santiago Freire y Dani Padrón

ViernesLos clásicos tienen la capacidad de crear un imaginario colectivo de tal forma que, aunque no los hayamos leído, todos sabemos cuales son las historias y peripecias de sus personajes y tenemos una idea bastante aproximada de su carácter. Es por ello que me encantan las nuevas versiones de las historias de siempre que ofrecen puntos de vista nuevos a los mitos que tenemos ya de sobra conocidos, enriqueciendo este imaginario. Me parece muy atractivo el hecho de dar más profundidad a los arquetipos y personajes clásicos que creíamos conocer al dedillo. Éste es el caso de Viernes, un álbum con texto de Santiago Freire e ilustraciones de Dani Padrón, que nos explica la historia de Robinson Crusoe, esta vez a través de la mirada de Viernes, el indígena.
La historia empieza de una forma un poco distinta: Viernes consigue huir por su propio pie del sacrificio al que iba a ser sometido y se encuentra con unas huellas en la playa diminutas para él. Tras eso se cruza con un hombre blanco que se hace llamar Robinson Crusoe.
Viernes cuenta su historia en primera persona, haciendo de contrapunto al diario escrito por Crusoe y a su tono colonialista. Nos habla de la relación entre los dos y de como él es quien enseña a sobrevivir en la isla a Crusoe y no, como cree, al revés. Crusoe queda retratado como un hombre bienintencionado que cree que su deber es educar a Viernes: una víctima de su tiempo que piensa que su verdad es la única y no ve que él es quien debe adaptarse a su nueva situación.
Como Viernes es quien nos cuenta la historia, el paisaje se vuelve irrelevante. Así como lo habitual suele ser ver imagenes llenas de árboles y bosques, aquí los paisajes se difuminan y se vuelven manchas de colores suaves donde predomina el verde. Así como nosotros no nos pararíamos a describir demasiado nuestra ciudad cuando lo que queremos es contar nuestra historia con alguien, Viernes no lo hace con el paisaje de la isla. Al fin y al cabo, Viernes lleva en contacto con la naturaleza toda su vida. Lo relevante aquí son los personajes.
Estamos ante una historia que invita a la reflexión tanto a niños como adultos. Aprendemos y reflexionamos sobre la soledad, la amistad y la compañía, pero sobre todo aprendemos a no dar por hechas ciertas cosas y a escuchar sin prejuicios al otro, que siempre tiene algo que ofrecernos. La edición está muy cuidada, los dibujos son preciosos. Los colores suaves pero oscuros combinan a la perfección con una historia interesante, bella y original y un texto cuidado, sencillo y poético, que fluye de forma natural.

El herbario de las hadas, de Benjamin Lacombe y Sebastien Perez

El herbario de las hadasHe de confesar que normalmente me gusta que me sorprendan con los regalos, ya que lo que alguien te regala puede darte una pista de qué piensa esa persona sobre ti, tus gustos y tus aficiones. Es por eso que no suelo pedir nunca un regalo concreto. O casi nunca. Pero este Sant Jordi no he podido resistirme y he pedido un cuento ilustrado por Benjamin Lacombe. Eso sí, no he concretado nada más.

Las ilustraciones de Benjamin Lacombe me tienen el corazón robado desde que lo descubrí en la feria de la Setmana del Llibre en català, de la que me llevé Cuentos macabros. Sus ilustraciones, junto con los textos de Edgar Allan Poe y la magnífica edición de Edelvives me hechizaron irremediablemente.

El cuento que me regalaron fue El herbario de las hadas, de Benjamin Lacombe y Sebastien Perez, un cuento original y realmente sorprendente que trata el tema de las hadas desde un punto de vista distinto: desde la investigación científica.

El protagonista es Aleksandr Bogdanovitch, un biólogo que viaja por órdenes de Rasputín al bosque de Broceliande, en la Bretaña Francesa, para investigar las propiedades curativas de las plantas de la zona. El objetivo es encontrar el elixir de la inmortalidad. Así vemos como la investigación va avanzando, y como el científico observa primero las plantas, para darse cuenta luego que en ellas habitan unas pequeñas criaturas que le cambiarán la vida y su forma de entender el mundo.

Es un libro fascinante. Al principio resulta un tanto extraño, ya que no conocemos al personaje y su historia mediante un relato, sino que lo hacemos a través de sus anotaciones en un diario de campo, así como de las cartas que envía a su mujer y a sus superiores y a las que recibe de ellos. También encontramos bocetos, hojas prensadas entre las páginas, recortes de periódico, fotografías, etc. Cada página es una auténtica obra de arte en la que te puedes perder encontrando detalles que no habías visto. En el libro se mezclan fantasía, realidad e historia, para mostrarnos como el protagonista se va dejando seducir por el apasionante mundo que ha descubierto mientras los demás sólo ven locura. Mientras leemos el libro, nos sentimos como él, y como él nos perdemos y nos dejamos llevar por estas fascinantes criaturas.

Entre las páginas encontramos transparencias y hojas caladas que aportan distintas texturas al conjunto y juegan a insinuar, ocultar y mostrar. El herbario de las hadas es todo un goce para la vista, la mente e incluso el tacto. La edición de Edelvives es impecable y realmente ayuda al lector a entrar al bosque de Broceliande. Ésta es una obra llena de calidez y de melancolía, que transmite una gran ternura. Cuando acaba, nos quedamos con ganas de seguir descubriendo más del mundo de las hadas.

Booktrailer: