Demasiada roca solitaria, de Alberto García Salido, es una recopilación de relatos breves y microrrelatos de las que ya nos tiene acostumbrados la Editorial Adeshoras.
Los textos que componen este libro son realmente muy cortos. El más largo (con diferencia) tiene unas cinco páginas, algunos ocupan dos y otros solamente necesitan un par de frases para ser perfectos. Me ha gustado mucho la ironía de un relato que nos describe una familia a partir de premios que se otorgan a cada miembro, tal y como se hace en las galas de cine. Me parece original, inteligente y gracioso a partes iguales.
El tema común entre todos estos relatos es la cotidianidad interrumpida. Los protagonistas son personas que viven en una relativa normalidad hasta que un incidente causa un cambio en sus vidas. Esta ruptura puede ser más o menos brusca, pero siempre tiene algo de traumática. A menudo vemos que la culpa de estas rupturas tienen que ver con problemas de comunicación. De hecho, de ello de de lo que trata el título, «demasiada roca solitaria», demasiada gente que vive como si fueran islas, separadas entre ellas por un gran espacio de mar que impide la relación.