Trilogía Cincuenta sombras, de E. L. James

La típica protagonista virgen e ingenua y el típico chico malo y sexy que se ablanda al enamorarse y cambia por ella. Estos son Anastasia y Christian, los protagonistas de la trilogía Cincuenta sombras, la más leída de este verano (300.000 ejemplares vendidos diariamente en sus primeras jornadas en EEUU, casi nada). ¿Qué es lo que hace especial una novela con dos personajes principales tan típicos? La autora, Erika Leonard James (productora de TV y madre de dos hijos), afirma que la fantasía erótica que aparece de forma explícita en forma de sadomasoquismo es lo que ha hecho de este libro un éxito, sobre todo entre las féminas por aquello de que el sexo en las mujeres está en la mente.

Anastasia Steele es una estudiante de Literatura que está a punto de terminar la carrera. Cuando su mejor amiga Kate cae enferma, se ve obligada a sustituirla e ir a entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey. Cuando Anastasia lo conoce queda impresionada ante el atractivo, seductor e intimidante señor Grey, quien es guapo y rico hasta el absurdo. Tras un estira y afloja de varios días al final Ana accede a quedar en su casa y descubre, tras firmar un acuerdo de confidencialidad, la “habitación del dolor” donde Christian le propone que sea su esclava sexual.

Grey no es el clásico príncipe azul de las novelas románticas. Es sobreprotector y controlador hasta un nivel asfixiante. Anastasia y Christian son como la Bella y la Bestia. El concepto de amor redentor que aparece en el libro mediante el cual una mujer salva al hombre del abismo es más que típico. Christian es un monstruo, o más bien, alberga monstruos en su interior: provocar dolor no es algo solamente excitante, sino necesario para él. Todo ello es producto de los demonios interiores producto de una infancia traumática que poco a poco se va descubriendo en la segunda y tercera parte de la trilogía.

Se ha armado mucho revuelo con el sadomasoquismo e incluso, en ciertos lugares, el libro ha sido prohibido en algunas bibliotecas, pero lo cierto es que lo que aparece en el libro es bastante light (la cosa no pasa de unos azotes de vez en cuando, controlados y con opción a parar cuando Ana lo desee). Christian como Amo no es tan duro como se podría esperar y Anastasia no es en absoluto sumisa. Es más, se nota que Anastasia es mucho más fuerte que él. No me ha gustado nada que se presente la tendencia sadomasoquista como producto de un trauma y por tanto como una enfermedad y no como una decisión libre que dos personas maduras normales y corrientes pueden tomar.

La obra se ha comparado con Crepúsculo (de hecho la misma autora dice haberse inspirado en los libros de Stephenie Meyer). No he leído ni visto nada de Crepúsculo, así que no lo sé; pero hablando con cierta persona sobre el libro me hizo notar que el argumento guarda muchos parecidos con Dexter (el pasajero oscuro, alguien que le enseña a canalizar la violencia, adoptado por quién lo rescata de pequeño, un personaje con la misma desviación sin haber sido canalizada, etc.).

Los libros que componen la trilogía son Cincuenta sombras de Grey, Cincuenta sombras más oscuras y  Cincuenta sombras liberadas y han sido publicados en España por la Editorial Grijalbo.

Teleshakespeare, de Jorge Carrión

Teleshakespeare, Jorge Carrión

Hace un par de semanas, observando las novedades en la librería me topé con uno de esos títulos que te llevan a coger el libro y girarlo para ver el resumen. Algo me dijo que Teleshakespeare, de Jorge Carrión, no sólo tenía una portada interesante, así que me lo llevé a casa.

Carrión abre el libro con un muy adecuado  “Episodio piloto” en el que nos pone al día de las diferencias entre las series de este siglo y del pasado. Para él, la brecha se materializa en 24, pues es la primera serie que ve del siglo XXI. 24, según sus propias palabras, sintoniza con la historia del imperio estadounidense en decadencia tras el atentado del 2001. Y es que las series nos hablan del mundo que las rodea y de los hombres que constituyen este mundo, tal y como Shakespeare retrata en sus obras al hombre y a la mujer de su tiempo.

Las series han alcanzado en el siglo XXI tales niveles de calidad y difusión que tanto si las hemos visto como si no, a todos nos suenan de algo títulos como Los Soprano, The Wire, A dos metros bajo tierra, Perdidos, Dexter, Héroes o Fringe. Lo cierto es que las series han conseguido que el cine vea seriamente amenazada su centralidad. Su gran capacidad de influencia cultural ha creado una nueva mitología global. El amplio abanico de temas y series tratados en este entretenido compendio de ensayos consiguen dotar al libro de un gran interés para cualquiera. Carrión nos habla, entre otras cosas, de la relación con la muerte y el duelo, de la dualidad, de la provocación, la justicia, el futuro, el terrorismo, el amor, la cultura pop, la tragedia clásica, la corrupción y la conspiración. Y es que estos son los temas que nos sugieren las series, haciéndonos preguntas sin soluciones claras.

Puedes encontrar este libro aquí.