1. Croqueta y empanadilla 2, de Ana Oncina
Qué bonita es la vida cuando se enciende la chispa del amor y encuentras a tu media naranja, aunque ésta tenga forma de empanadilla glotona o de croqueta marisabidilla. A partir de ese momento todo luce de otro color, hasta las tareas más rutinarias, como la limpieza doméstica o ir a la compra, se hacen más llevaderas. Y lo sabes bien porque tú también lo has vivido. A fin de cuentas, Croqueta y Empanadilla somos todos.
2. Las huellas imborrables, de Camilla Läckberg
El verano llega a su fin y la escritora Erica Falck vuelve al trabajo tras la baja de maternidad. Ahora le toca a su compañero, el comisario Patrik Hedström, tomarse un tiempo libre para ocuparse de la pequeña Maja. Pero el crimen no descansa nunca, ni siquiera en la tranquila ciudad de Fjällbacka, y cuando dos adolescentes descubren el cadáver de Erik Frankel, Patrik compaginará el cuidado de su hija con su interés por el asesinato de este historiador especializado en la Segunda Guerra Mundial.
Mientras tanto, Erica hace un sorprendente hallazgo: los diarios de su madre Elsy, con quien tuvo una relación difícil, junto con una antigua medalla nazi. Pero lo más inquietante es que, poco antes de la muerte del historiador, Erica había ido a su casa para obtener más información sobre la medalla. ¿Es posible que su visita desencadenara los acontecimientos que condujeron a su muerte?
3. Cagando leches, de Héloïse Guerrier y David Sánchez
Tener narices, despedirse a la francesa, mojar el churro, salir del armario… El castellano rebosa de esas expresiones populares cuyo significado no tiene mucho o nada que ver con las palabras que las forman, y que se te estampan en la cabeza como postales de colores, vivas y crudas.
Tras un primer recopilatorio, Con dos huevos (Astiberri, 2014), que lleva ya tres ediciones, Héloïse Guerrier y David Sánchez exploran una nueva tanda de locuciones surrealistas, desconcertantes y tronchantes a las que Quevedo hubiera recurrido sin duda para meterse con Góngora.
En el plano gráfico, cada expresión viene ilustrada de manera literal. De esta forma, estas locuciones del lenguaje coloquial, formadas por términos sencillos, muchas veces vinculados con el ámbito de la comida o de la sexualidad, adquieren una poesía visual inesperada. Descontextualizadas y tomadas al pie de la letra, se tornan surrealistas, absurdas, casi inquietantes.
Además, los autores indagan en el origen del lenguaje. Cada locución es descuartizada a conciencia, en un intento de descifrar su etimología, su cómo y su porqué: cuál era el uso inicial de tal locución, en qué contexto se empleaba o cómo ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Una manera de descubrir un idioma y sus raíces a través de sus expresiones más coloquiales.
4. Libro de monstruos españoles, de Ana Cristina Herreros
Este libro de cuentos es un intento de recuperar a nuestros monstruos, ahora que están a punto de extinguirse porque nadie habla de ellos en estos tiempos de cultura «feliz» en que, a los niños, se les niega la posibilidad de hablar de sus miedos, inquietudes o tristezas. Saber cómo se llaman, cómo son, dónde viven, qué costumbres tienen o cómo se convive con ellos nos ayuda a perderles el miedo, que no el respeto… Es éste también un libro lleno de cíclopes, tragaldabas, hombres del saco, cuélebres, hombres lobo, nuberos y lamias… Todos ellos habitan, rescatados de nuestra rica tradición oral por la autora, las páginas de este libro magníficamente ilustrado por Jesús Gabán.
5. El diccionario ilustrado de la democracia española, de Orgullo y Satisfacción
El diccionario ilustrado de la democracia española es una obra rigurosa, documentada y contrastada, fruto del trabajo abnegado de veintiún profesionales que nos brindan, cuatro décadas después de la muerte del dictador, una visión panorámica, lúcida y certera del periodo democrático que nos hemos dado entre todos. Un trabajo destinado a convertirse en el referente por antonomasia de las obras de consulta que tratan esta apasionante etapa de nuestra historia. O a lo mejor no.
Elaborado con material completamente inédito, El diccionario ilustrado de la democracia española es el primer libro en papel de Orgullo y Satisfacción, la publicación satírica digital nacida tras la dimisión de un grupo de autores de la revista El Jueves por la censura impuesta con motivo de la abdicación del rey Juan Carlos I en Felipe VI. Desde entonces Orgullo y Satisfacción da cobijo a muchos de los mejores profesionales del humor gráfico y no gráfico. Este libro es una buena prueba de ello.
6. Melanie, de Mike Carey
Cada mañana, Melanie espera en su celda a que vayan a buscarla para llevarla a clase. Cuando la puerta se abre, el sargento le apunta con su pistola mientras dos de sus hombres la atan a la silla de ruedas. Ella cree que no les gusta. Bromea diciendo que no les morderá, pero ellos no se ríen. Melanie es una niña muy especial…
7. Elisabeth ha desaparecido, de Emma Healey
«Sin noticias de Elizabeth». Maud está convencida de que su amiga ha desaparecido, pero nadie le cree. Tiene setenta años y su contacto con la realidad no es el mismo de antes. Hay papelitos por toda la casa: listas de la compra y recetas, números de teléfono, apuntes sobre cosas que han ocurrido. Es su memoria de papel, que impide que Maud olvide las cosas. Y ahora tiene en sus manos una nota con un simple mensaje: «Elizabeth ha desaparecido». Es su letra pero no recuerda haberla escrito. ¿Qué le ha sucedido? Maud está segura de que su amiga podría estar en peligro. Encontrarla se convierte en una obsesión que la lleva a rememorar la desaparición de su hermana en Londres durante la Segunda Guerra Mundial.
8. Nadie es perfecto, de Joaquín Berges
En Kenwood Manor, una gran mansión en medio de la campiña inglesa, los Whirlpool dan una gran fiesta con invitados de diferentes procedencias. Entre ellos, un investigador privado, al que encargan un difícil e inesperado cometido: desentrañar quién es el heredero de la familia. En sus pesquisas pronto sabrá que no lo tiene fácil, pues descubre algunas aficiones secretas de los aristócratas ingleses, y que por la casa pululan más personajes excéntricos de los que esperaba: desde el abuelo enloquecido que se declara inocente de un supuesto crimen, hasta chicas y pretendientes cazadotes, así como un impertérrito mayordomo, Harrods, que no le quita ojo, digno heredero del mítico Jeeves de P.G. Wodehouse.
9. La chica del tren, de Paula Hawkins
¿Estabas en el tren de las 8.04?¿Viste algo sospechoso?
Rachel, sí
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí.
10. El amante japonés, de Isabel Allende
La historia de amor entre la joven Alma Velasco y el jardinero japonés Ichimei conduce al lector por un recorrido a través de diversos escenarios que van desde la Polonia de la Segunda Guerra Mundial hasta el San Francisco de nuestros días.
A los veintidós años, sospechando que tenían el tiempo contado, Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero, pero mientras más intentaban agotarlo, más imprudente era el deseo, y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca: hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun así quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da oxígeno.