33 Salón Internacional del Cómic de Barcelona + El Tesorero, de Francisco Ibáñez

700_x_cartellsc15-catEste mes de abril me va a arruinar. Este año entre Sant Jordi y el Salón del Cómic hay menos de una semana. Y yo no soy muy buena huyendo de las tentaciones y mucho menos si se trata de escoger entre ferias del cómic y del libro.

La verdad es que no estaba nada segura de poder ir este año al Salón. Al avanzarlo de fecha respecto a otros años me pilló un poco despistada y con muchísimo trabajo, pero al final logré hacerme un hueco para ir un par de horas el jueves por la mañana. La parte buena de ir un jueves por la mañana es que todo está muy tranquilo, puedes mirar los stands relajadamente y pasear sin empujones. La parte mala es la misma, y es que se echa un poco de menos el ambiente de buen rollo que inmediatamente surge cuando se unen un puñado de amantes del cómic.

Entre las exposiciones de este año quiero destacar la de cómic femenino durante el franquismo, que me ha parecido muy interesante, las del Capitán América y el Joker y la de Los surcos del azar. Bravo.

Salón del Cómic collage

Y todo esto es lo que me llevé a casa:

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Ahora que lo veo, me parece un resultado muy variado. Estoy muy contenta, aunque me tuve que frenar para no comprar más…

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Ya me he leído El tesorero, la última aventura de Mortadelo y Filemón creada por el gran Ibáñez. La aventura comienza cuando el responsable de economía del gobierno quiere disponer de dinero y  descubre que alguien ha robado los fondos de la tesorería del «Partido Papilar». Mortadelo y Filemón reciben el encargo de perseguir al sospechoso principal: el tesorero del partido.

Como es obvio, se trata de una parodia del caso Barcenas en la que vemos a los principales dirigentes del gobierno con sus nombres ligeramente alterados: Mamerto Rojoy, Rubacalva, Demetria Coscorral,… Incluso esta última habla de «denunciar en diferido».

Un álbum divertido, con la estructura y las bromas habituales que solemos encontrar en Mortadelo y Filemón, pero con el añadido del mensaje que se repite de fondo desde hace tiempo en la sociedad española: estamos hartos.