1. La cubierta
Igual que una buena cubierta me llama la atención y me dice mucho del libro, una cubierta hortera, aburrida, típica o poco trabajada me hacen tener ganas de salir corriendo.
El horror:
2. Novelas románticas
Me cuestan. Mucho. Obviamente no siempre, pero a menudo son historias machistas, con protagonistas femeninas débiles y sin personalidad listas para dejarse guiar por su salvador de turno. Puaj.
3. La combinación de las dos anteriores
Por favor:
Si las imágenes son peores que las fotos de mi amiga más choni: descartado.
4. Que sepas como acaba antes de comenzar
Vale, esto no es tan así. Hay clásicos que sé como terminan y puedo leer y disfrutar sin problemas. El verdadero problema, para mí, es cuando todo lo que ocurre es tan cliché que sientes que has leído esa historia ya otras veces y, por tanto, que ese libro no tiene nada que ofrecerte. La vida es muy corta para perder el tiempo.
5. Edición descuidada
Cuando abro el libro y casi no tiene márgenes. La letra es pequeña. Tiene bordes mal cortados… ¡o peor! Faltas de ortografía.
6. Malas críticas
Está claro. Hay muchos, muchos, muchos libros por leer. ¿Por qué sumar a mi pila de libros uno del que has oído hablar tan mal? Dependiendo de de quién venga la crítica, raramente pasan el filtro.
7. La editorial
Vale, esto no pasa mucho. Pero sí que cuando he leído un par de cosas que no me han gustado de una editorial, su catálogo baja inevitablemente en mi lista de prioridades.
8. Una recomendación
A veces da pereza leer algo que te están recomendando. No siempre, pero a veces pasa. Y si, además, esa persona tiene gustos demasiado distintos a los tuyos… no hay nada que hacer.
9. Demasiada publicidad
Lo mismo ocurre cuando me encuentro un libro hasta en la sopa. Carteles en las estaciones de tren. Todos los booktubers hablando de ellos. Los bloggers también. Periódicos, radio, tus amigos y el panadero. Ufff… qué pereza.
10. Tema de moda
Todos sabemos que suele ser mejor el original que la copia. Por eso, cuando se pone de moda un tema, lo mejor que podemos hacer es leer el libro que inició esa moda (si nos apetece) y salir corriendo sin mirar atrás. A no ser que realmente te apetezca, claro.
Es obvio que ninguno de estos criterios te aseguran nada y que siguiéndolos, seguramente me he perdido libros maravillosos. Sin embargo, también se basan en la experiencia y, estoy segura de que me he ahorrado tiempo y dinero con ellos.
Y vuestros criterios, ¿cuáles son?