Les vacances du petit Nicolas, de René Goscinny y Jean-Jacques Sempé

descarga (1)Hace ya casi un año que me propuse leer los libros de El pequeño Nicolás en idioma original, pero no fue hasta hace medio que leí el primer libro. Y ahora, medio año aún más tarde he leído otro. Y, de nuevo, he necesitado un estímulo externo para hacerlo (lectura obligatoria en el curso de francés en el que estoy inscrita). A este paso no acabaré nunca, así que me hago un nuevo propósito: voy a leer un libro de El pequeño Nicolás cada mes. Para que podáis ver cómo lo voy cumpliendo he añadido una página en el menú que se llama «RETO: Le petit Nicolas«.

El libro que nos incumbe ahora es Les vacances du petit Nicolas. El libro se divide en dos partes y cada una de ellas se refiere a unas vacaciones de un año distinto. En el primer año, sus padres tienen muy claro que quieren ir a la playa. Con lo que no están tan de acuerdo es la playa a la que quieren ir. El padre de Nicolás quiere ir a una playa de finísima arena y alojarse en un apartamento. La madre quiere ir a una playa de guijarros y dormir en un hotel. Entonces la madre finge que harán lo que quiere el padre, resaltando, como quien no quiere la cosa, todos los aspectos negativos de ese sitio, hasta que Nicolas se pone a llorar porque quiere ir al mismo sitio que su madre. Entonces el padre cede y descubre que, en realidad la reserva ya estaba hecha. Así es como comienza una sucesión de divertidas historias breves que siempre terminan en un gran desastre fruto de las travesuras y las preguntas inocentes de Nicolas y sus amigos.

Al comenzar la segunda parte Nicolas está inquieto: las vacaciones llegan y aún no ha oído hablar a sus padres de adónde van a ir. Así que les pregunta directamente y ellos, incómodos y asustados por su posible reacción, le dicen que irá a una casa de colonias sin ellos. Los padres esperaban que Nicolas llorara ante la idea de pasar un tiempo sin sus padres, pero en lugar de eso se pone a correr y bailar por el comedor.

Las historias que se nos cuentan pueden resultar repetitivas, pero son muy divertidas para los niños y también tienen un punto de ironía que sólo los mayores pueden entender. No hay que leer este libro de una sentada, sino hacerlo capítulo a capítulo para disfrutar y reírse como se merece.

les vacances du petit nicolas_banner_libro físico