10 libros que compraría en marzo si fuera rica

Ya se acerca el día del padre, por lo que este mes la lista de 10 libros será de libros que regalaría a mi padre. ¡A ver si hay alguna idea que podáis aprovechar para el vuestro!

1. Todo Sherlock Homes, de Arthur Conan Doyle

Todo Sherlock HolmesEn la «Vida de Don Quijote y Sancho», Unamuno asegura que «en «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha»… se mostró Cervantes muy por encima de lo que podríamos esperar de él juzgándole por sus otras obras; se sobrepujó con mucho a sí mismo. Por lo cual es de creer que el historiador arábigo Cide Hamete Benengeli no es puro recurso literario, sino que encubre una profunda verdad, cual es la de que esa historia se la dictó a Cervantes otro que llevaba dentro de sí, y al que ni antes ni después de haberla escrito, trató una vez más: un espíritu que en las profundidades de su alma habitaba» (II,74). Sin entrar a hacer comparaciones impertinentes sobre los respectivos genios de Cervantes y de Conan Doyle, sí cabe hacerlas sobre los procedimientos narrativos. Y es que, si don Quijote tuvo su narrador —algún tanto oscurecido por obra de intérpretes y traductores—, también Sherlock Holmes tuvo el suyo, y tanto el doctor Watson como Mycroft y el propio Holmes se mostraron casi siempre por encima de las posibilidades de sir Arthur. En ambos casos hubo crítica interna. Desde el momento en que don Quijote se supo en letras de imprenta, se vio «pensativo» e inquieto, imaginando cómo lo habría tratado su historiador, y ya desde el principio lamentó que el autor se valiera «de novelas y cuentos ajenos, habiendo tanto que escribir» de los suyos (II,3). También Holmes vapuleó con cierta displicencia a su cronista, que tan orgulloso se sentía del «Estudio en escarlata»: «—Lo miré por encima —dijo [Holmes]—. Sinceramente, no puedo felicitarle por ello. La investigación es, o debería ser, una ciencia exacta, y se la debe tratar del mismo modo… Algunos hechos hay que suprimirlos o, al menos, hay que mantener cierto sentido de la proporción al tratarlos. El único aspecto del caso que merecía ser mencionado era el curioso razonamiento analítico, de los efectos a las causas, que me permitió desentrañarlo»

2. La lista, de Frederick Forsyth

La listaEn el norte de Virginia se encuentra la sede de la TOSA, una unidad gubernamental de actividades de soporte para operaciones técnicas. Bajo este nombre tan poco preciso se esconde su verdadera y única misión: identificar, localizar y destruir a quienes representan una amenaza para Estados Unidos. Los nombres de todos ellos se apuntan en una lista aprobada por el presidente y conocida como: la lista de los asesinables. Esta organización existe. La lista, también.

Un día se añade un nombre nuevo: el Predicador. Nadie conoce quién se oculta tras el apelativo. Solo se sabe que es el responsable de diecisiete asesinatos y que utiliza internet para radicalizar a jóvenes islámicos y que sigan así sus instrucciones de asesinar. Pero acaba de cometer un gran error: su última víctima es un general jubilado de los marines y el padre del Rastreador, miembro destacado de la TOSA. Con un dominio perfecto del árabe, el Rastreador lleva seis años dedicado a eliminar a los altos mandos de Al Qaeda. Esta vez, su misión será muy diferente porque la motivación que dirige sus pasos es personal. Empieza la caza.

3. Guía del mal padre 2, de Guy Delisle

Guía del mal padre 2Ensañarse con su hijo para ganarle en un videojuego, soltarle el sermón a su hija por haberle ganado al escondite o, peor aún, inventarse una historia de psicópata asesino a la hora de acostarse… ¿Guy Delisle, autor de obras como Shenzhen, Pyongyang, Crónicas birmanas y Crónicas de Jerusalén, un mal padre? No, simplemente un autor de historietas que busca las ideas allí donde se encuentran y las adereza con un agudo sentido de la observación y una gran capacidad para reírse de sí mismo.

Guy Delisle juega con nuestro sentimiento de culpa y se adjudica, para mayor disfrute de sus lectores, el papel de padre irresponsable y canalla. Delisle se divierte pervirtiendo el imaginario infantil y actúa como un adulto mezquino ante sus hijos sin prestar atención a las consecuencias de su proceder y del contenido de las historias que les cuenta.

4. El hombre que perseguía el tiempo, de Diane Setterfield

El hombre que perseguía al tiempoWilliam acababa de cumplir diez años cuando consiguió la admiración de todos sus amigos: su ojo experto apuntó a un grajo que descansaba en un árbol lejano y, tras un instante de concentración, el tirachinas dio en el blanco. Nada grave, en apariencia; solo una chiquillada, pero desde entonces su vida cambió y William se propuso olvidar el pasado, trabajando duro para adelantarse al tiempo y a sus leyes.

Los años fueron pasando, y un hombre vestido de negro empezó a rondar a William en las circunstancias más trágicas. Nació así una extraña unión entre los dos caballeros, y se inauguró en Londres una tienda espléndida, donde se exponían las telas y los complementos adecuados para el duelo de los difuntos. El negocio fue un éxito, y William durante un tiempo pensó que su apuesta por el olvido era acertada, pero llegó un día en que un grajo muy negro surcó el techo acristalado del almacén y de golpe el pasado volvió, cargado de secretos y dispuesto a tomarse su venganza…

La famosa autora de El cuento número trece nos sorprende ahora con una hermosa historia donde el misterio y el recuerdo van de la mano.

5. Bajo la misma estrella, de John Green

Bajo la misma estrellaA Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, nos guste o no, solo existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel – conocer a su escritor favorito -, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. Destino: Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona que tal vez pueda ayudarles a ordenar las piezas del enorme puzle del que forman parte…

Rebosante de agudeza y esperanza, Bajo la misma estrella es la novela que ha catapultado a John Green al éxito. Una historia que explora cuán exquisita, inesperada y trágica puede ser la aventura de saberse vivo y de querer a alguien.

6.  Después de despedirme, de Pepe Rubianes

Después de despedirmeEsta novedad de Alrevés descubre, pues, tanto el hombre que era tras despedirse del público como el poeta interior o el ciudadano reivindicativo. El humorista que llamó idiota al alcalde Salamanca, que murió con una querella pendiente por sus declaraciones sobre la unidad de España y que vio cómo su obra Lorca eran todos era censurada por el propio público… Un cómico que superaba los confines del escenario y no podía despedirse sin dejar testimonio de sus opiniones y reflexiones. De hecho, eso es lo que representa Después de despedirme. Pepe Rubianes inédito: un testimonio del mundo tal como lo veía uno de sus mayores analistas. Un homenaje de su hermana Carmen para mantener vivo su legado de humor.

7. Memorias de un amigo imaginario, de Matthew Dicks

Memorias de un amigo imaginarioMax solo tiene 8 años y no es como los demás niños. Él vive para adentro y cuanto menos le molesten, mucho mejor. No le gustan los cambios, las sorpresas, los ruidos, que lo toquen y que le hagan hablar por hablar. Si alguien le preguntara cuándo es más feliz, seguro que diría que jugando con sus legos planeando batallas entre ejércitos enemigos. Max no tiene amigos, porque nadie lo entiende y todos, hasta los profesores y sus propios padres, quieren que sea de otra manera. Solo me tiene a mí, que soy su amigo desde hace cinco años. Ahora sé que Max corre peligro y solo yo lo puedo ayudar. El problema es que Max es el único que puede verme y oírme. Tengo mucho miedo por él, pero sobre todo por mí. Los padres de Max dicen que soy un «amigo imaginario». Espero que a estas alturas tengas claro que no soy imaginario.

8. De cine: aventuras y extravíos, de Eugenio Trías

De cine. Aventuras y extravíosEste libro versa sobre grandes realizadores de cine. Es obviamente una selección o, si se quiere, un canon personal. El factor subjetivo no puede substraerse a esta antología. Quizás el lector lamente muchas ausencias. Mi intención, sin embargo, es ceñirme a aquéllos que mejor corresponden a mi mundo personal. Deseo y espero que el lector goce de lo que hay, sin deplorar lo que no hay.

No pretendo dar ningún sentido representativo a esta unión de ensayos entrelazados sobre algunos directores que particularmente me maravillan. He procurado centrarme en las mejores películas de cada uno de ellos y al final han ido apareciendo todas las que son valiosas.

Un libro siempre debe ser la respuesta a una interrogación radical. En éste, dicho interrogante constituye la Idea que se formula en cada uno de los ensayos sobre los realizadores. Esa Idea constituye mi personal contribución al conocimiento del director en cuestión. Intenta ser la concepción de su fuente de creatividad, que expongo a lo largo del ensayo. Esa Idea adquiere Forma en el título de cada texto. En él está expresado lo que quiero decir con relación a esos grandes artistas.

9. Joker, de Brian Azzarello y Lee Bermejo

JokerEmpeñado en labrarse una reputación dentro del crimen organizado de Gotham City, Jonny Frost se presenta voluntario para recoger al Joker, a punto de concluir su internamiento en el Hospital Psiquiátrico de Arkham. Rencoroso, vengativo y desbocado, el Príncipe Payaso del Crimen desata una oleada de violencia y destrucción orientada a un único objetivo: recuperar el trono usurpado durante su ausencia.

A través de los ojos de un secuaz del tres al cuarto, Brian Azzarello y Lee Bermejo —Batman: Fuego cruzado, Lex Luthor, Antes de Watchmen: Rorschach— aprovechan las páginas de la novela gráfica Joker para retratar los bajos fondos gothamitas y reinterpretar de forma tan sorprendente como perturbadora al enemigo por excelencia del Hombre Murciélago.

10. El asesinato de Pitágoras, de Marcos Chicot

El asesinato de PitágorasEl anciano filósofo Pitágoras, uno de los personajes con más poder de su época, está a punto de elegir un sucesor entre los grandes maestros cuando en su comunidad se inicia una serie de asesinatos. Tras los crímenes se atisba una mente oscura y poderosa que parece superar al mismísimo Pitágoras. La enigmática Ariadna y el investigador egipcio Akenón tratarán de descubrir quién es el asesino a la vez que resuelven sus propios sentimientos. Un reto en el que los fantasmas del pasado se unen a las oscuras amenazas del presente.

La broma asesina, de Alan Moore y Brian Bolland

The killing jokeAlan Moore es uno de los grandes y, sin embargo, nunca había leído nada suyo. En general, no he leído demasiado cómic americano y creo que va siendo hora de ponerse al día. Dado el renombre de Alan Moore y que el tándem Batman-Joker me parece muy interesante, he escogido La broma asesina para hacer este primer acercamiento. El dibujo de Brian Bolland le da, además, una gran calidad estética a la obra. Además, a pesar de estar publicada por primera vez en 1988, la obra ha sido reeditada en múltiples ocasiones, lo cual debe significar algo…

El cómic lo he leído en inglés, básicamente porque la edición me parecía más bonita (sólo hace falta comparar la imagen de este post con la de este enlace), pero para los que lo prefiráis en español, que sepáis que lo edita ECC ediciones. La lástima es que, en castellano, se pierde el juego de palabras del título, ya que The killing joke, aparte de ser “la broma asesina”, es también “la broma para morirse de risa”. Quizás habría sido más fiel alguna otra traducción como “la broma para morirse”, pero pierde intensidad.

La historia se centra en el Joker y en la relación que éste ha desarrollado con Batman a lo largo de los años. Batman se acerca al manicomio de Arkham para proponerle una tregua, pero descubre que se ha fugado. A partir de ahí se desarrollan dos historias paralelas en las que vemos, por un lado, flashbacks en los que se nos muestra el origen del Joker y, por otro lado, el desarrollo de su plan actual que lo lleva a confrontarse una vez más con el hombre murciélago.

El Joker es un personaje interesante: no quiere ser dueño del mundo, ni enriquecerse, ni vengarse,… actúa por simple locura, sin ningún razonamiento aparente. No es un villano normal. Sin embargo, Batman y el Joker tienen en común un pasado truncado con un trauma, que les lleva a renacer con su nueva personalidad. Ambos enloquecen y la única diferencia es que Batman decide perseguir el crimen, mientras que el Joker toma conciencia de que el mundo se mueve por una irracionalidad sin sentido y convierte esta irracionalidad en un patrón. Mientras que Batman tiene un carácter melancólico y taciturno y viste de negro, el Joker viste de colores y tiene siempre una sonrisa.

El Joker, en esta historia, trata de demostrar que cualquiera puede perder la razón y cometer un crimen bajo la presión adecuada. Pero falla. A pesar de tener una ventaja abrumadora, no lo consigue y eso es porque cada personaje se limita a cumplir con el papel que se le supone. Un villano no puede ganar. Un comisario como Gordon no puede enloquecer hasta matar a alguien: debe mantenerse cuerdo y respetar las leyes que estructuran la sociedad. Batman no puede matar al Joker y, sobre todo, el Joker no puede matar a Batman, porque es el héroe. Aunque le esté apuntando con una pistola, porque esta pistola será de juguete. Y si no lo fuera, no acertaría al disparar. Del mismo modo, ambos de odian y no saben por qué, simplemente deben hacerlo.

Al final, el Joker termina contando un chiste, que empieza igual que el cómic: “había una vez dos tipos en un manicomio…”. Los personajes están atrapados en ciertas reglas de los cómics de los superhéroes y necesitan escapar. El problema es que su propia naturaleza no les deja huir. El cómic termina con la misma viñeta con la que empieza: unas gotas de lluvia caen sobre un charco. Nada ha cambiado: los personajes seguirán igual, pase el tiempo que pase.

Ésta es una historia en la que da igual quienes sean los personajes. Eso no es lo importante. Son Batman y Joker, pero podría funcionar con cualquier héroe y su respectivo villano. Y eso es porque Alan Moore no nos quiere hablar sobre una historia en concreto, sino sobre las figuras del bueno y el malo en el cómic americano. El logro de Alan Moore consiste en darles una mayor profundidad a los personajes del cómic, a la vez que reflexiona sobre el cómic mismo. Hay que destacar la calidad de las ilustraciones, hechas con mucho detalle pero con sobriedad, con mucha fuerza visual. Por algo está considerado uno de los mejores cómics de Batman.