El código de CRUEL: ¿por fin llega la explicación que esperábamos del laberinto?

El código de cruelLos que llevéis tiempo leyéndome sabéis cómo me gustó el primer libro de la saga de El corredor del laberinto. Y os habréis dado cuenta, también, de que para mí los demás libros supusieron un bajón gradual. La sensación era que James Dashner se había metido en un berenjenal del que no sabía salir y que, probablemente, sus editores le recortaban el tiempo que realmente habría necesitado para sacar la solución más adecuada a las preguntas que se nos planteaban.

El código de CRUEL: la finalidad de los medios

Estas preguntas son las que trata de resolver ahora con El código de CRUEL. ¿Lo consigue?

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Así asá

Sí, James Dashner nos explica la historia desde el principio. De forma introductoria, vemos el secuestro de Newt y entendemos por qué hay un niño no inmune en el grupo (aunque no me queda claro que el motivo encaje dentro de los estándares de la organización). La novela en sí trata de la vida de Thomas desde que llega a CRUEL hasta que entra al ascensor que lo llevará al horrible laberinto.

Así, vemos cómo olvida su nombre original, las preguntas que se hace, su relación con los médicos y el resto del personal de CRUEL. Vemos cómo y por qué colabora con la construcción del laberinto. Su soledad cuando pasa años sin ver a niños y su felicidad cuando conoce a Teresa, Newt, Minho, Alby… Cómo se hacen amigos inicialmente. Cómo son sus reacciones al descubrir que Thomas está construyendo el laberinto. Que no bajará con ellos inicialmente. Por qué Teresa es como es.

Sí, en definitiva. Sí resuelve cosas. Conocemos mejor a los protagonistas del libro. Entendemos cuáles son sus reacciones más adelante, porque sabemos qué es lo que llevan a sus espaldas. Y eso está muy bien.

Sabemos también cuál es la historia de CRUEL, como evoluciona y termina siendo lo que es. Qué ocurre con algunos de los personajes más relevantes de la organización y cómo esto lo define todo.

Pero…

Los motivos de CRUEL me siguen pareciendo cogidos con pinzas. En este sentido no se agrega nada que no sepamos ya o que no hayamos deducido. Y sigue pareciendo insuficiente. ¿CRUEL es buena? Exactamente, ¿qué esperan descubrir con las pruebas? ¿Cómo estos resultados les van a proporcionar una cura? ¿Cómo piensan administrar esa cura? ¿Cuándo? ¿A quién? ¿Realmente nos creemos que detrás de todo puede haber una buena voluntad? ¿De dónde sacan todos los recursos que usan? ¿Por qué separan los grupos A y B según si son mujeres o hombres?

Todas estas respuestas o no se explican o se explican de forma insuficiente.

Por todo ello, debo decir que estoy bastante decepcionada con la saga en general, sobre todo en relación a lo que el primer libro prometía.

Top Ten libros que me llevaría a una isla desierta

 

1. Robinson Crusoe, de Daniel Defoe

2. Cuentos del Japón oculto, de Sachiko Ishikawa

3. Cuentos macabros, de Edgar Allan Poe. Ilustraciones de Benjamin Lacombe

4. Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness

5. El nombre del viento, de Patrick Rothfuss

6. Yo confieso, de Jaume Cabré

7. Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll

8. Alter y Walter o la verdad invisible, de Pep Brocal

9. El mundo secreto de Basilius Hoffman. El ladrón de sueños, de Fernando M. Cimadevila

10. Croqueta y empanadilla, de Ana Oncina

¿Qué es la buena música?: Música de mierda, de Carl Wilson

descargaTodos hemos oído, dicho o pensado que una película, un libro o una canción en concreto son “malos”. ¿Malos para qué? ¿Qué les falta para ser buenos? ¿Qué necesitan? ¿Cómo sabemos si una manifestación cultural es buena o mala? ¿Cuáles son los factores que influyen en el gusto? ¿Qué es lo que hace que a unos les gusten los ritmos latinos, a otros el heavy, a otros el rap y a otros las baladas románticas? Y, sobre todo, ¿por qué lo que gusta a unos provoca aversión en otros? Es más, ¿qué es lo que hace que, en base a estas preferencias, unos miren por encima del hombro a otros? ¿Hasta qué punto depende el gusto de la clase social, de la edad, de la influencia familiar o de la propia personalidad?

Todas estas preguntas son las que se hace el crítico Carl Wilson en su libro Música de mierda, editado por Blackie Books. El libro, que lleva por subtítulo Un ensayo romántico sobre el buen gusto, el clasismo y los prejuicios en el pop, toma la figura de Céline Dion como punto de partida para tratar todos estos temas.

En la faja del libro leemos: “200 millones de discos después Céline Dion sigue sin gustarle a nadie”. Y esta es la idea principal del libro: a Carl Wilson no le gusta Céline Dion. Y tampoco conoce a nadie a quién le guste. Y tiene tan clara la posición que él y el resto de la gente tiene con su música, que, cuando escucha su música para hacer este estudio, se avergüenza ante la posibilidad de que sus vecinos lo oigan. Entonces, ¿quiénes son los fans de Céline?

Este es un ensayo muy interesante, que se pregunta hasta qué punto el concepto del buen gusto es o no una falacia, hasta qué punto hemos podido decidir qué nos gusta y qué no y en qué se basan estas decisiones. A lo largo del libro, Wilson tiene un cierto acercamiento con Céline, fruto de la comprensión de la que antes era su objeto de burla. Incluso consigue apreciar algunas de sus canciones.

¿Escuchamos la música que escuchamos porque nos gusta o también por como nos diferencia o como nos incluye en ciertos grupos sociales? Música de mierda es un libro con el que se aprende, que nos enseña a cuestionarnos a nosotros mismos y a ser más honestos. No para ser mejores personas, sino para no cerrar la puerta a conocernos mejor a nosotros mismos. La cuestión no es cerrada al ámbito de la música. Nos podemos preguntar lo mismo sobre nuestro gusto con la literatura, con el cine, con el deporte, con la ropa e, incluso, con la comida.

Top Ten Tuesday: Libros que me gustaría dar como regalo

 

1. Hambriento, de Nach

2. La casa, de Paco Roca

3. El niño que se olvidó de dormir, de Rush Smith

4.Los diarios de Adán y Eva, de Mark Twain. Ilustrados por Francisco Meléndez

5. Génesis, de Bernard Beckett

6. París era una fiesta, de Ernest Hemingway

7. Retratos gatunos, de Benjamin Lacombe y Sébastien Perez

8. El nombre del viento, de Patrick Rothfuss

9. Blancanieves, ilustrado por Benjamin Lacombe

10. Ardalén, de Miguelanxo Prado

El libro de los tiburones, de Álvaro Carmona

El libro de los tiburonesSuelo mantenerme atenta ante las novedades de los humoristas de El Terrat. Andreu Buenafuente, Berto Romero, David Fernández, Edu Soto y José Corbacho figuran entre mis humoristas favoritos. Es lo que tiene haber crecido con los programas de Buenafuente. Y también está Jordi Évole que presenta uno de los mejores programas de la parrilla televisiva actual. Todos ellos son caras muy conocidas, pero hoy no venía a hablaros de ellos, sino de Álvaro Carmona, mucho menos conocido para aquellos que no vea este tipo de programas.

Álvaro Carmona es un humorista y guionista muy especial, que mezcla chistes cortos con música o imágenes. Tanto los chistes, como la música y los dibujos son siempre muy sencillos (¿humor minimalista?), pero siempre te hacen soltar alguna carcajada. Parece mentira que en esta sencillez quepa un humor tan directo, reflexivo, incisivo y absurdo como el suyo. El libro de los tiburones, publicado por Norma, es un ejemplo de todo esto. En cada página encontramos una sola frase acompañada de un dibujo hecho con poquísimos trazos. Parece absurdo que alguien haya podido hacer un libro de humor sobre tiburones de una forma tan simple, pero a Álvaro Carmona este le sobra para hacerte pasar un buen momento.

El libro de los tiburones es un libro divertido y muy rápido de leer. Y ya que estamos en la época del año que estamos, me atrevo a sugerir que es una muy buena idea para regalar a cualquier persona a la que le guste pasarlo bien.

Booktrailer:

Álvaro Carmona presenta El libro de los tiburones

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El sopar dels idiotes, de Francis Veber (dir. J. J. Afonso)