Hoy voy a inaugurar una nueva sección en el blog en la que cada mes haré una lista de diez libros que me gustaría leer. He decidido llamarla «10 libros que compraría si fuera rica» e intentaré hacerla la primera semana de cada mes. Habrá meses en los que haya un poco de todo y habrá otros meses más temáticos, según vea la ocasión. Este mes, aprovechando que este fin de semana es el 31 Salón del Cómic de Barcelona (al que por desgracia no voy a poder ir) lo dedicaré exclusivamente al mundo del cómic.
1. Los chicos que coleccionaban tebeos, de Julián M. Clemente y Helio Mira
“Antes de Internet, antes de los efectos digitales, antes de los blu-rays y los smartphones, existió otro mundo. Un mundo en que los tebeos se vendían en quioscos, en que nunca sabías qué historia encontrarías en su interior y en que cuatro chicos locos por los cómics emprendieron el camino que les llevaría a convertirse en adultos. Julián M. Clemente se une al guionista y director de cine Helio Mira en una novela íntima, nostálgica y reveladora sobre la generación que creció leyendo, coleccionando, compartiendo y viviendo los cómics de superhéroes en la España de finales de los años ochenta, cuando no parecía haber nada más importante en el mundo.”
Aunque yo nací en los 80 más tardíos y no he vivido esta época, me considero continuadora de la tradición, pues crecí coleccionando primero Mortadelos, luego manga y ahora de todo un poco. La lectura ha sido una de mis pasiones desde muy pequeña y los cómics para mí han sido siempre una forma mucho más relajada de lectura. Me interesa esta novela, llena de nostalgia, porque es de esas que siento que va dirigida a mí. Por lo menos un poquito.
2. El invierno del dibujante, de Paco Roca
“La vida en Bruguera con la dictadura de Franco como telón de fondo y la salida de sus dibujantes estrella para fundar Tío Vivo, una nueva revista que les permitiera conseguir mayores recursos, mantener el control creativo de sus personajes, etc. –lograr una mayor libertad, en definitiva–, como metáfora del régimen franquista, es el marco y la esencia de El invierno del dibujante, obra de Paco Roca, Premio Nacional del Cómic 2008 con Arrugas.
Y es que en la España de 1957 ser historietista era un oficio. No eran artistas, eran obreros de la viñeta. Cobraban a tanto por página (o por viñeta), trabajaban a destajo, siguiendo unos patrones establecidos e inamovibles. Renunciaban a sus originales y a sus derechos de autor a cambio del dinero cobrado. Pero en ese 1957 ocurrió algo que quebró la monotonía y sembró la esperanza. Cinco extraordinarios historietistas, famosos por sus personajes, osaron rebelarse.”
Paco Roca es genial. Me encanta por su estilo de dibujo, pero también por la sensibilidad con la que cuenta sus historias. Esta en concreto, igual que el anterior, me llama la atención porque forma parte de un pasado que, aunque no he vivido ni de lejos, me toca de cerca. He leído cómics de los personajes que protagonizan estas páginas desde bien pequeña, sea encontrando cómics viejos en casa de mis abuelos o en las tardes en la que se suponía que hacía deberes en la biblioteca.
3. Miércoles, de Juan Berrio
“Un miércoles cualquiera la aventura diaria nos espera a la vuelta de la esquina. Una comunidad de vecinos, un barrio, una ciudad. Vidas que se cruzan y se descruzan, hilos invisibles de una telaraña que Juan Berrio, con su trazo límpido característico, nos hace ver en todos sus detalles. Miércoles es una historia donde parece que no sucede nada y sin embargo ocurren muchas cosas: cosas pequeñas y cosas grandes. Porque nuestras pequeñas rutinas pueden ser tan apasionantes como una novela policíaca. Y porque lo cotidiano no es otra cosa que lo maravilloso.”
Cada vez me gustan más las historias que nos hablan de lo cotidiano. Te ayudan a ver que una vida normal no tiene porque ser aburrida y que los detalles pequeños pueden hacerlo todo más interesante. Miércoles promete ser un libro reflexivo e interesante, de esos que te hacen valorar mejor las cosas.
4. Guía del mal padre, de Guy Delise

“Tras varios años de viajes por el mundo, que le han inspirado obras como Shenzhen, Pyongyang, Crónicas birmanas y Crónicas de Jerusalén, Guy Delise cambia de registro en esta Guía del mal padre, en la que “todo es casi 100% verdad”. Delisle se muestra a sí mismo como un padre que cuenta a sus hijos historias terroríficas o les da consejos no exentos de surrealismo… El autor quebequés se desata con un humor que ya se anticipaba en sus obras anteriores.”
Éste es otro cómic sobre lo cotidiano pero con sentido del humor. Parcialmente autobiográfico, nos cuenta la historia de un padre que comete continuamente errores bienintencionados, de esos que hacen que uno mismo se dé cabezazos contra la pared.
5. Nina, diario de una adolescente, de Agustina Guerrero
“Nina es ingenua; Nina es inconformista; Nina es un torbellino… Y a sus 16 años, tiene un montón de dudas revoloteando por su cabeza… ¿Es normal sentirse un bicho raro? ¿Cómo puede saber si besa bien? ¿Por qué los adultos hablan otro idioma? ¿En qué quiere convertirse cuando sea mayor? y, en definitiva… ¿encontrará su lugar en el mundo?”
Hace tiempo que sigo el blog de Agustina Guerrero, en el que publica viñetas protagonizadas por ella misma, sobre su vida cotidiana, sus relaciones de pareja y sus pequeños defectos y manías contados con humor. Tengo ganas de ver su propio estilo trasladado a un personaje diferente.
6. Gabo, memorias de una vida mágica, de varios autores
“Gabo. Memorias de una vida mágica es la biografía en clave de novela gráfica de una de las figuras más importantes no solo de la literatura latinoamericana, sino universal. Con guion de Óscar Pantoja, e ilustraciones de Miguel Bustos, Felipe Camargo, Tatiana Córdoba y Julián Naranjo, conseguiremos acercarnos un poco más a la vida del joven de Aracataca que se erigió como uno de los literatos más importantes del siglo XX.
Su estética cálida y colorista nos irá llevando por los distintos periodos de la vida del autor de Cien años de soledad, su boda con Mercedes, el gran amor de su vida, la entrega del Nobel en Estocolmo o su paso por París.”
Si te piden una lista de los mejores escritores de literatura hispánica del siglo XX y no incluyes a Gabriel García Márquez es que te lo tienes que hacer mirar. Si te gusta la literatura y el cómic y te gusta saber qué hay detrás de lo escrito, leer una biografía es algo esencial. Pero puedes disfrutar aún más de la biografía si ésta toma forma de novela gráfica, ¿no? Pues eso, imprescindible.
7. El silencio de nuestros amigos, de Mark Long, Jim Demonakos y Nate Powell
“En Texas, en los años 60, una familia blanca de un barrio manifiestamente racista y una familia negra del distrito más pobre superan las barreras raciales de Houston, se sobreponen a la humillación, la degradación y la violencia para lograr la libertad de cinco estudiantes universitarios negros acusados de manera injusta del asesinato de un policía.”
Una historia que nos recuerda cómo ha cambiado el mundo en 50 y lo mucho que aún debe cambiar. Una historia sobre racismo, prejuicios e injusticia basada en hechos reales para que no olvidemos. Y ahora más que nunca, porque con la crisis corremos el peligro de olvidar el mal que puede traer consigo la xenofobia.
8. Cenizas, de Álvaro Ortiz
“Tres amigos que no se ven desde hace años, discutiendo dentro de un coche, con un montón de kilómetros por delante hasta una misteriosa cruz marcada en un mapa: ésa es la premisa de Cenizas, la obra más ambiciosa de Álvaro Ortiz.”
Un thriller de esos que amenazan con dejarte pegado al sillón atento hasta que lo terminas. De vez en cuando va bien leer uno de esas obras que te intrigan y te enganchan de principio a fin.
9. Metamaus, de Art Spiegelman
“Metamaus es el libro que cuenta minuciosamente la intrahistoria de Maus, una obra gráfica fascinante sobre el holocausto y la memoria reconocida mundialmente.”
Hace mucho que quiero leerlo. Leí Maus hace cinco o seis años y realmente me impresionó. Es uno de los mejores cómics que he leído nunca. Es imprescindible leerlo, y leer luego a Primo Levi para entender cuánto daño hizo el Holocausto, no sólo a los que murieron, sino también a los supervivientes que llevan el peso de la memoria y de la culpabilidad encima. Metamaus es una deconstrucción del cómic que nos ayuda a entender más sobre uno de los cómics más importantes del siglo XX.
10. Supercómic, de Santiago García (coor.)
“Precaución: este libro no es una historia del cómic. Tampoco es una guía de lectura ni una lista de la compra para principiantes. Dios nos libre. Este libro es un conjunto de ensayos lúcidos, heterogéneos y desacomplejados sobre el cómic actual: sobre sus mutaciones fundamentales en todo el mundo a lo largo de los últimos años. Porque el cómic ha cambiado mucho últimamente, y con él sus lectores. Hasta hace unos años, el lector adulto de cómics era casi siempre alguien que vivía en el recuerdo melancólico de sus lecturas infantiles y adolescentes. Ahora, sin embargo, los nuevos lectores adultos compran cómics porque su lectura les resulta tan estimulante y enriquecedora como una novela de Roberto Bolaño, un capítulo de The Wire o la última película de los hermanos Coen. A ellos se dirige este libro.”
Este último no es un cómic, pero es un libro que parece muy interesante sobre el mundo del cómic y los cambios que éste ha sufrido en los últimos años. Es un libro para aquellos que sabemos que el cómic y la novela gráfica no son exclusivamente historietas para niños, sino que hay verdaderas obras de arte y verdaderos artistas en el mundo del cómic, por suerte cada vez mejor valorado.