Django desencadenado, de Quentin Tarantino

Django desencadenadoEn 1966 se estrenó Django, una producción italiana del cine conocido como spaghetti western. Esta película escrita,dirigida y producida por Sergio Corbucci, trataba de Django, un extraño hombre blanco (interpretado por Franco Nero) que arrastra el ataúd de su esposa durante casi toda la película. Django rescata a una mujer que estaba siendo azotada y descubre entonces que la región estaba enfrentada en dos bandos: un grupo de fanáticos racistas y un grupo de mexicanos revolucionarios. Tras sus más y sus menos con ambos bandos, logra eliminar a los asesinos de su esposa, que se encontraban en el primer grupo. Consigue así vengarse, lo que era el motivo real de su presencia en la región. La película está considerada como una de las mejores del spaghetti western, aunque ha sido a menudo censurada por ser considerada demasiado violenta

En el año 2007 se hizo un remake japonés de la película que se titulaba Sukiyaki Western Django, dirigida por el japonés Takashi Miike. Curiosamente, en este remake colaboró Quentin Tarantino. La colaboración debió dejarlo con el gusanillo de algo más, pues en su última película, Django desencadenado, Tarantino ha querido hacer un homenaje al western en general, a las producciones italianas de western en concreto y, aún más en concreto, al film de Sergio Corbucci. Los paralelismos entre ambas películas son muchos, pero también son muchas las diferencias. Lo que hace única la película es, obviamente, que es de Tarantino. Y cuando se habla de él, con eso se dice todo: la película está llena de sangre y vísceras, las incongruencias históricas se multiplican, y el humor negro se convierte en algo imprescindible.

La película empieza en 1858, dos años antes de la Guerra Civil Americana. En el estado de Texas, un mal sitio para vivir en aquella época (incluso en ésta, según como) si eres negro. Y el protagonista de la película, Django (Jamie Foxx), es negro. Pero nuestro protagonista está de suerte y en su vida se cruza King Schultz (Christoph Waltz), un cazarrecompensas alemán que lo libera a cambio de que le ayude a encontrar a unos asesinos. Él acepta y, tras cumplir con varios trabajos y forjar una bonita amistad, ambos deciden partir en búsqueda de la esposa de Django, la esclava Broomhilda (Kerry Washington), que se encuentra en Candyland, a manos del terrateniente Calvin Candie (Leonardo DiCaprio).

Las semejanzas con la anterior película se encuentran sobre todo en la cruzada de Django por vengarse de aquellos que han dañado a su esposa. Pero también en detalles como la fuente de las letras de los créditos del inicio, la banda sonora, la violencia en pantalla y ciertos temas como el racismo.

Pero hay algo más que une a las dos películas. El western, aunque se revista de cierta historicidad es un género lleno de mentiras piadosas. Y eso es porque el western no pretende ser historia, pretende crear de una mitología sobre la fundación de lo que ahora son los Estados Unidos (Tarantino, además es especialmente irrespetuoso con la historia, como ya demostró en Malditos bastardos, en este caso se atreve a hacer sonar el hip-hop en un western). Si el western es mitología, Django entonces es un personaje mitológico. Más allá de si es blanco o negro, o las circunstancias que lo rodean, Django es la representación de un hombre enamorado al que le han arrebatado a su mujer y busca saciar su sed de venganza sin importarle las consecuencias.

La película está llena de toques divertidos y sorprendentes, como la discusión de los miembros de lo que es el germen del Ku Klux Klan sobre la incomodidad de las máscaras y si estas son necesarias o no (ya que todos se conocen entre ellos y el pueblo entero forma parte del grupo o los apoya).

Uno de los mejores personajes de la película, pese a ser secundario, es Stephen (Samuel L. Jakson), un esclavo negro más esclavista, engreído  inteligente y manipulado que su propio amo, Calvin Candie (quien, por cierto, presume de ser un francófilo sin entender nada de francés). Stephen es un ser repulsivo, de mirada amenazadora, un esclavo traidor a su raza que rompe con el estereotipo hollywoodiense del negro divertido y sonriente. Stephen es un ejemplo de cómo una víctima puede convertirse en motor del sistema que lo esclaviza. Recuerda a los relatos de los supervivientes de campos de concentración que hablan de como algunos presos con ciertos privilegios torturaban a sus compañeros para no perder dichos privilegios.

Todos estos ingredientes en manos de Tarantino se convierten en pura dinamita. Django ha sido desencadenado, y no sólo por ser un esclavo liberado, sino que ha conseguido liberarse de la censura que pesaba contra la violencia de la producción de Corbucci, se ha liberado de la historia, se ha liberado los tabús y ha liberado la carcajada sobre temas prohibidos. Django, quien acumula odio en su interior durante toda su vida, estalla y se libera de él, vengándose de los amos y negreros que tratan con crueldad a los suyos. La violencia es un ingrediente clave en el conjunto: Tarantino la justifica, la trivializa, se regodea en ella, la estiliza, se ríe, pero también muestra su parte más cruda en escenas como la de la pelea de mandingos.

La película está bien, es entretenida y consigue que no bajemos la atención ni siquiera durante los 20 minutos en los que los personajes simplemente hablan alrededor de una mesa gracias a la tensión creciente. No es una gran película, pero está bastante bien. Como ocurre con cineastas tan especiales como Tarantino, uno sólo debe verla si le gusta su forma de hacer cine.

Looper, de Rian Johnson

El tema de los viajes en el tiempo es uno de los más recurrentes en el género de ciencia-ficción. El ejemplo clásico es Regreso al futuro, aunque el género también cuenta con obras cómo El efecto mariposa El planeta de los simios. Miles de películas, series y libros han usado el recurso de los viajes temporales para reunir a personajes de diferentes épocas, observar las posibles reacciones de éstos o ver las consecuencias de cambiar hechos ocurridos en el pasado.

Looper es el último título que aborda esta temática. En el año 2074 se inventa la máquina del tiempo, que inmediatamente es prohibida. No obstante, la mafia la usa para deshacerse de gente molesta enviándolos atados y con la cabeza tapada al pasado, concretamente 30 años atrás, donde un looper, un asesino a sueldo, le espera para terminar con su vida. Con el fin de atar cabos sueltos, cuando deciden prescindir de uno de los asesinos lo envían a él mismo para que sea eliminado por sí mismo, cerrando así el bucle. El asesino queda retirado sabiendo que le quedan 30 años por delante y una compensación económica suficiente para vivirlos holgadamente. Así, Rian Johnson, director y guionísta, une el cine de ciencia-ficción con el cine negro, con ciertos toques de western.

El protagonista de la película es Joe, interpretado por Gordon-Levitt, quien no consigue matar a su yo del futuro (Bruce Willis), quién está preparado para huir al no encontrarse atado. El film se convierte entonces en un encuentro entre dos edades de un mismo personaje, que adoptan los papeles de cazador y de presa.

Como en muchos otros films de ciencia-ficción, en Looper se esconde una crítica a la sociedad, pues nos muestra una distopía futura muy factible, en la que la mayoría de la población vive en la miseria más absoluta mientras que los ricos son muy ricos. La ciudad aparece gris y decadente.

Por otro lado, los loopers casi pueden identificarse con los yuppies de Wall Street por su codicia y su falta de conciencia por las consecuencias de sus propios actos, puesto que prefieren apostar por las ganancias a corto plazo. En la película vemos como el Joe de ahora no tiene ninguna consideración por su yo del futuro, aún sabiendo que lo que le ocurra, le ocurrirá también a él. El Joe joven sólo ve en su versión más vieja un impedimento para conseguir sus planes más inmediatos. A su vez, el Joe del futuro no puede ni quiere entender las necesidades del Joe del pasado, al que califica de necio.

La película es un relato interesante, una reflexión sobre temas como el destino, las relaciones interpersonales y la capacidad de evolución de las personas. Es interesante ver cómo se trata el tema de la memoria, que es tan frágil que cuando el futuro Joe viaja al pasado olvida ciertas cosas y sólo las recuerda a medida que van escurriéndole al Joe joven, puesto que al viajar al pasado, la vida del Joe viejo entra en suspensión por los cambios que pueda sufrir. Por otro lado también es curioso como el Joe joven trata de entender lo que pasó para enfrentarse a lo que pasará y así intentar prever las consecuencias de sus actos.

Looper es más que una simple película de acción, es una propuesta inteligente, hecha con menos presupuesto del habitual en producciones de este tipo, pero con talento suficiente como para que esto no sea un gran impedimento.