Sorgo rojo, de Mo Yan

Mo Yan es el autor chino más conocido, más prohibido y más leído de China debido a su interés en contar su historia reciente de la forma más cruda. Su nombre real es Guan Moye, pero usa el pseudónimo «Mo Yan», que significa literalmente «no hables» para denunciar el problema de la censura en su país. En 2008 Mo Yan auguró que aún hacían falta cien años para que un chino pudiera optar a un premio Nobel de Literatura. Por suerte Mo Yan se ha dedicado a escribir novelas históricas y no predicciones, pues hace poco más de un mes que fue galardonado con el premio de la Academia Sueca al que también optaban Alice Munro, Philip Roth y Haruki Murakami. Su novela más conocida en España es Sorgo Rojo, en gran parte, debido a la película homónima de 1987 realizada por Zhang Yimou. La novela, aquí en España, la publica El Aleph.

Sorgo Rojo habla de la vida en el mundo rural de China de los años 20, 30 y 40, momento en el que aún vivían bajo un sistema feudal. El tema central es la influencia de una guerra tan cruel como la de China y Japón en la vida cotidiana de los civiles. La historia se sitúa al noroeste de China, en la provincia de Shandong, donde una joven es obligada a casarse con un viejo leproso muy rico que tiene una destilería donde se produce vino de sorgo. Su tiempo de casada dura muy poco, pues el Yu Zhan’ao, uno de los portadores del palanquín en el que viaja la novia, se enamora de la chica y asesina a su marido, dejándola así como propietaria del negocio.

La novela explica la historia de tres generaciones de la familia del narrador, quien se encuentra frente a las tumbas de sus familiares en un terreno en el que antes crecía el sorgo. Mo Yan muestra un manejo del tiempo y de los puntos de vista realmente extraordinario, dando continuamente saltos en el tiempo que, como piezas de un puzzle, van formando un mosaico que poco a poco nos hace entender los acontecimientos. Esta forma de contar los hechos recuerda mucho a Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez. Aún con tantos saltos, el lector no se pierde sino que se queda pegado a la silla sin perder la vista de las páginas que nos cuentan una historia real y dramática. Así, la historia toma la estructura de una biografía hecha de retazos. Cualquier objeto o historia puede recordar otra escena al narrador, que interrumpe el relato para llevarnos hasta ella y luego volver, de tal forma que casi parece estar escuchando un relato oral.

El sorgo trasciende en esta novela la calidad de producto y adquiere un estatus mucho más elevado. El sorgo es fuente de riqueza y alimento. En el sorgo uno puede unirse con su amante sin temor a ser visto. Con el sorgo se puede vendar y sanar una herida. El sorgo puede ocultarte de tus enemigos más mortales. Incluso puede envolver un cadáver y acompañarlo en su camino a la otra vida.

La novela no ahorra detalles al contarnos el horror de la guerra. En ella vemos sangre, pus, hambre, desesperación y muerte. Casi podemos oler la putrefacción de los cuerpos que se acumulan en los desoladores paisajes que nos describe. Nos muestra la guerra des del bando de los perdedores que saben desde un principio que no pueden ganar por su falta de recursos al enfrentarse con un poderoso enemigo sin posibilidad de rendirse.

Sorgo rojo es una novela que trata sobre la historia, la memoria, la crueldad de la guerra y la familia. Es una ficción realista y dramática, pero sin sensacionalismo, en la que descripciones de gran belleza se alternan con escenarios horribles para mostrarnos una historia sobre la lucha de contrarios: supervivencia y muerte, guerra y paz, crueldad y piedad, amor y destrucción, fidelidad y traición, felicidad y desesperación.